sábado, 29 de octubre de 2011

ALGÚN DÍA

-¡Renesmee!- su grito se ahogó entre el barullo de gente pero todo estaba listo y no se podía dar marcha atrás.

Alguna vez había tenido esa sensación cuando mi padre me empujaba en la bicicleta y soltaba el asiento, sabía que podía seguir adelante, escuchaba a mi propio corazón gritarme que lo intentara que no caería, y aún así ansiaba las manos de mi padre sobre el asiento, dándome seguridad. Aquello no era tan diferente, después de todo solo tenía que avanzar.

El hombre de uniforme pidió mi pase, no había ningún regreso, pero si una voz que se quedaba ahí gritando, mi corazón enloquecido que martilleaba frenético y mis propios pasos que pese a las lágrimas frías que resbalaban por mis mejillas seguían caminando. Después de todo solo tenía que avanzar.

…………………………………………………………..

México Distrito Federal una semana antes

Había derramado incontables lágrimas aquellos días y seguramente no pararía de hacerlo, lágrimas por mi familia, por la pérdida, el dolor, la impotencia y por una decisión que nuevamente cambiaría el sentido de muchas vidas. Lágrimas…. Por Akun

El trabajo en el hospital había sido cosa del pasado ¿cómo poder seguir una vida “normal” cuando sabes que ya nada va a estar bien?

Mi padre había llamado al móvil de Akun al día siguiente, todos sabíamos que sus esfuerzos por protegerme eran vanos. Aro se había encargado de hacérmelo saber, él me encontraría, contra todo lo haría y yo terminaría muerta, muerta como Tía Rosalie, si quería recuperar a mi familia debía hacer algo, solo había una manera de evitarlo, tío Emmett estaba en sus manos aún, yo siempre sería la pieza que se necesitaba para terminar esa partida de ajedrez.

Akun no me permitía salir de la casa, y por otro lado tampoco era que lo deseara, sabía que en cualquier momento ellos vendrían por mi, debía moverme, hacer algo por todos nosotros. Sabía que mis padres venían en camino, que huiríamos y entones si que nuestras vidas cambiarían, pero yo no quería eso para ninguno de los miembros de mi familia, no quería esa vida de persecución y escondite para ninguna de las personas que amaba.

-Tenemos todo el asunto cubierto, esperaremos a finalizar esta semana cuando Edward y Bella nos hagan saber que están cerca, entonces nos iremos- Akun tomó mi mano entre las suyas y la acercó a sus labios- todo saldrá bien.

No, nada iría bien y eso sus oscuros ojos me lo confirmaban.

Los días se me hicieron noches y las noches prolongaciones de momentos que no deberían estar sucediendo, pero encontraba en aquellas madrugadas el alivio al lado de mi cama, envuelta en su calor, me sentía segura con Akun a mi lado, el amor es esa fuerza que te mantiene con vida, y que te enfrenta a darla por la persona que amas. Así me sentía, sabía que Akun no dudaría en recibir una bala por mi, sabía que en su intento por mantenerme a salvo el podría sacrificar todo cuanto tenía, y yo no quería aquello, sin embargo me aferraba a sus brazos y a su cuerpo y me dejaba llevar por el hasta el instante en que despertara sola en medio de las cobijas y perdida. Seguía siendo una princesa.

-Ren, tu tía Alice llamó, ella y Jasper están sobre una pista, creen haber encontrado el lugar en el que tienen a Emmett- Akun se sentó a mi lado y entrelazó los dedos de las manos. Tomé su mejilla.

Suspiré

-¿Acaso crees que Emmett se rendirá sin darles batalla?-me preguntó con los ojos completamente abiertos

-Creo que la razón por la que el permanecía vivo se ha ido y que ahora más que nunca desea matarlos a todos, él no se rendirá sin hacerlos pagar la muerte de tía Rose

Aunque la seguridad se palpara en mi voz, realmente estaba destrozada por dentro, no podía asimilar que ella ya no estuviera, aún quedaba en mi la esperanza de volverla a ver quizá algún día, quizá….

-Renesmee, no te dejaré sola, mientras yo permanezca vivo tu estarás segura- Akun abrió los brazos y me arrojé a ellos.

Sentía su corazón latir violento contra mi pecho, sus brazos aferrarse a mi cuerpo, sentía su olor y su presencia, entre todos los sentimientos que se encontraban en aquel momento lo más real era… que me había enamorado de Akun.

-Ren- mi corazón fue ahora el que tembló y me sorprendió

Después Akun inclinó la cabeza, tomó mi rostro entre sus manos tibias y respondí al contacto de sus labios sobre los míos. Entonces me dolió el corazón.

Su cabello rizado se me escurría entre los dedos, sus manos se aferraban con fuerza a mi cabellera y mi boca necesitaba la suya. Entonces me dolió el corazón, porque no quería perder aquello, porque necesitaba de Akun y porque había tomado una decisión.

Esa noche tuve más pesadillas de las que acostumbraban.

La voz de Aro era más gélida de cómo la había escuchado, me perseguía. Estaba en un callejón sin salida, era una especie de bodega, tío Emmett estaba ahí, pero sus ojos no eran del color oro líquido como los característicos de la familia, sus ojos eran de un rojo escarlata que me aterrorizaba, me miró y me tendió la mano, sus colmillos lucían un brillo terrible bajo la luz mortecina que se extinguía en la bodega, tomé la mano de mi tío y él me llevó ante un espejo, no entendía lo que era hasta que una mano extremadamente blanca se posó en mi hombro, Aro me miraba con una especie de devoción y sus ojos me penetraban. Entonces tío Emmett me encaró con aquel espejo, ahí estaba mi rostro, lo toqué. Era yo, pero mis ojos, mis ojos eran de un rojo sangre que me provocó arcadas, sentí los colmillos sobresaliendo y pinchándome el labio inferior, dolía ahí donde encontraban la carne, la sangre me fluyó por la garganta y entonces desperté.

------------------------------------------------------------------

Aterrorizada y empapada en sudor, despertaba cada mañana después de repetirse siempre la misma pesadilla Akun no estaba en casa podía notarlo, aquello dentro de todo fue lo mejor, estaba confundida y atemorizada, me lavé la cara 5 veces y cada vez que alzaba el rostro al espejo sufría ataques de terror, ¿y si encontraba aquellos ojos ávidos de sangre devolviéndome la mirada? No estaba preparada para afrontar lo obvio, aunque hubiese sobrevivido con la sangre que Akun me conseguía y la comida normal de humanos, lo cierto era que el líquido que corría por las venas del hombre que vivía conmigo me tentaba cada noche al abrazarme. Y estaba hambrienta

¿Qué clase de sueño se mezcla con tu peor temor y lo que más odias en tu vida misma? Aquello había sido absolutamente una pesadilla, yo no podía convertirme en ese ser que me mostraba el tío Emmett en el espejo, mi mente repetía lo que ya sabía solo existía una solución para ponerle fin a todo.Hay cosas que simplemente no puedes dejarle al destino, bien esta era una de ellas. Había llegado la hora de tomar una decisión.

Caminé por la casa descalza, tenía claro que no podía dejar a Akun, mi vida ahora estaba con él, había un futuro que no quería dejar escapar, pero no había otra opción, aunque mi corazón se aferraba a la idea de permanencia no era posible, ahí no podía haber nada, no debía aferrarme a aquella idea de una vida mejor, de una vida sin problemas, ya había tenido mucho de eso, y mi sola existencia hacia que nada desapareciera.

Frente a mí todos los fantasmas que decían “Tienes que hacerlo” aunque lo único que yo deseaba en aquel momento era que no se me negara la oportunidad de ser feliz por un instante, justo cuando comenzaba a creer que quizá podría sobreponerme, que la huida de Jacob estaba cicatrizando, porque Akun estaba a mi lado, sostenía mi amor en sus manos y yo estaba dejando de buscar ese algo que le hacía falta a mi vida, justo ahora me comenzaba a ahogar de nuevo.

Tomé una hoja de papel, y el bolígrafo hizo todo por mí.

Esa era yo escribiendo las líneas de una carta que no tenía una razón de ser, una nota manchada de lágrimas que no tenían por qué haber sido derramadas, la invitación a concluir lo que no debía ser finalizado, el recuerdo que no tenía por qué haberse convertido en una daga.

Akun:

En algún momento sentimos que hemos perdido algo esencial en la vida, que nos mueve el piso y nos cambia. En mi caso este es el momento.

Eres el amor que había estado esperando, pero no podemos continuar con esto. ¿No lo crees?

Me he abierto ante ti y mis secretos se han convertido en tu verdad. Tengo una vida construida a partir de todo lo que ha sido desgarrado en mi pasado, y tengo una carga de amor que no puedo soportar más, no sólo por los motivos que te imaginas, la principal carga de amor es mi familia, y el sacrificio que todos han hecho por mantenerme con vida.

Todo lo que quiero y necesito es tu aire, pero no nos queda esperanza de amor. Me duele estar aquí.

Ahora sé lo que tengo que hacer y si no tengo aire, (si no te tengo a ti) tampoco tengo aliento, por lo que no me queda esperanza de volver a respirar. Deseo que tú lo hagas, que respires… algún día.

Renesmee


¿Qué más podía hacer más que dejarlo en libertad? Akun no tenía porqué cargar con ese verdugo, aunque sabía que su odio por los Vulturis se remontaba más allá de lo que yo lograra imaginar, no quería que mi condena fuese la suya, había escuchado morir a un miembro de mi familia, un ser a quien amaba con todas las fuerzas, su vida había sido cobrada por mi causa, ahora podía salvarlos, podía hacerlo.

Me iría, me escondería y me alejaría de mi familia, si Aro los capturaba vería en sus mentes que realmente no sabían dónde estaba, entonces el iría por mí y si debía perecer yo al menos mis padres, mis tíos, mis abuelos, las aves y Akun estarían a salvo. Ahora tenía que irme, seguir con mi vida, camuflarme, hacerme una humana, y esperar el día que la guardia llegara hasta mí.

Doblé la hoja y la metí en la chamarra de Akun, la que usaba cuando al volver del trabajo se metía los brazos en las mangas y corría por la cena, escribí un post-it también y lo pegué en ella, esperaba de todo corazón que Akun Konibuk no me odiara nunca, que entendiera que le amaba de una forma que ni yo misma podía explicar como había sucedido, pero que era precisamente por ese amor que debía dejarlo y luchar yo mis propias batallas.

Tomé las llaves de la encimera, mi pequeña casa que había sido nuestro hogar y refugio ahora se convertía en un gigante que debía dejar atrás, eché el cerrojo y caminé en dirección a un taxi.

No pude evitar pensar que no estaba segura en ningún sitio, que mi vida pendía de un hilo invisible, solo tenía que escapar.

Los edificios se cernían sobre mí, la ciudad era un mar de gente completamente ajena al mundo al que yo pertenecía, envidiaba la vida de los humanos, ellos no podían imaginar cuán afortunados eran por ser simplemente eso, humanos.

No podía permitirme sentirme hundida pero lo hacia

No podía permitirme sentirme sola, pero era la realidad.

No podía parar de imaginar que mi vida sería tan sencilla de ser otra persona.

Poco a poco los recuerdos y las memorias fueron acentuándose y encajando en cada espacio de mi mente, un puzle, ahí estaban cada una de mis alegrías, de mis tristezas, de los berrinches y las travesuras. Mis padres, mis abuelos, mis tíos, Jacob y la manada. Cerré los ojos y dejé que el viento volara mis cabellos y secara las lágrimas… ahí estaba Akun.

El aeropuerto se alzaba contra mí, era la primera vez que la estructura de un edificio me resultaba tan dolorosa, salí con el equipaje a cuestas, con identificaciones falsas y mi alma (si es que tenía una) hecha pedazos.

El vuelo estaba programado tenía que dirigirme a la sencillez de ser encontrada, no tenía idea de dónde podrían estar ellos, pero sabía que tío Emmett seguía vivo en algún lugar y sabía que mi familia estaría segura.

Sería fuerte, tendría valor y esperaría, sobre todo esperaría el momento en que todo aquello acabara, mi vida se había derrumbado de mil maneras diferentes, pero seguía vivía, y si lo hacía debía ser porque era yo la única manera de establecer un final.

Me senté en una silla vacía en medio de un mundo de personas que me miraban con extrañeza, entre gente que no prestaba atención, abrían los periódicos y tecleaban rápidamente en sus teléfonos celulares, otros hablaban, algunos más estaban en línea, vi a alguien bebiendo café, los niños lloraban y mis pensamientos flotaban a un lugar seguro… La Push.

Jake me aferraba entre sus brazos cuando aparentaba unos 15 años, corría detrás de mi para tomarme y lanzarme a las olas, Seth hacía señas con los brazos y nos llamaba a la humareda que se comenzaba a formar del otro lado en la orilla, ahí estaba Billy, Sue y Charlie, que me llamaba a su lado en el tronco donde estaba sentado, Jacob me sonreía mientras me pasaba un hotdog y Paul refunfuñaba sobre los pocos malvaviscos. Yo me reía

¡Cómo extrañaba esa vida!

Echaba de menos la sencillez de los chicos de la mandada, y que al final del verano regresáramos a casa Jacob y yo juntos, con mi familia, porque sabía que al final de la vida, el y yo estaríamos juntos. Porque tenía la seguridad de que la imprimación era tan fuerte y mágica que haría que ese vínculo instalado entre ambos no desapareciera nunca. Estaba equivocada

Equivocada, sola, perdida y de nuevo con el corazón roto.

Sentía húmedas las mejillas pero mi mente me transportó al sitio en el que quería estar, al lado de Akun, junto a él mirando un partido de futbol por televisión, cenando donas y yogurt mientras nos reíamos de las malas pasadas, aprendiendo español y a el volcándose de risa cuando intentaba que aprendiera a pronunciar “Torta al pastor”.

Supe que me estaba sonriendo cuando la bocina anunció mi vuelo, tomé mis pertenencias y me dirigí a la puerta por la que tenía que abordar.

-¡Renesmee!- su grito se ahogó entre el barullo de gente pero todo estaba listo y no se podía dar marcha atrás.

Apreté los ojos con fuerza, seguramente había ido a casa antes de lo previsto. Mi corazón corría de regreso a su lado y mis pies no se detenían, entregué el pase de abordar al guardia, dos policías los atraparon cuando el gritaba -¡No te vayas! ¡Renesmee!

Acto seguido el avión despegó, tenía que darme prisa, tenía que hacer una vida y esperar a ser hallada. Durante ese viaje solo pude comprender una gran verdad, Renesmee Cullen había desaparecido completamente, Carlie Masen ocuparía mi lugar por el bien de todos.



El tiempo en el avión no lo sentí, aterrizamos aún cuando no me había dado tiempo de despedirme totalmente de mi antigua yo.

Abordé otro taxi y nos dirigimos a un hotel. Londres era una ciudad bellísima, recordaba haber estado con mis padres alguna vez ahí. Entonces lo acepté, no existían más mamá o papá, ahora estaba sola, sola frente a un mundo nuevo. Completamente sola.

3 comentarios:

melissa dijo...

no porfavor no te acabes!!!
me encanto el capi vii, lo espere por mucho tiempo, pero valio la pena, me facian la historia, me gustaria mas si no tardaras tanto en publicar un capi nuevo, pero bueno me faciana, pobre renesmee si que esta sufriendo y pobre akun que tambien sufre mucho, espero que ahora no tardes tanto en publicar
que estes muy bien
saludos y besos

Gaby dijo...

nooooooooooooooooo se acabo :( excelente cap pero muy larga la espera XD nono pero me encanto! la verdad es q si pobre ness ya ha sufrido mucho :( no se pero akun todavía no me cae jajajajaja y q es de la vida de jake?? ya lo extraño :( !! espero con muchas ganas el prox. no te tardes mucho xfis :P besos

May_Black dijo...

Ayyyyyy como que se enamoro?? como que es su destino?? donde quedó la imprimación, como puede ser el destino de 2 hombres?? no me gusta que se olvide de Jake se q el no la dejo voluntariamente x el prologo al parecer el no la recuerda, y yo extraño a mi lobito hermoso!!! cuando aparece?? excelente capitulo Vii a mi tampoco Akun me cierra del todo, Besotes y espero actualices pronto ;)