jueves, 20 de enero de 2011

"FUEGO"

-¿Estas tan segura de hacerlo?- Jasper me preguntó por decimo quinta vez. Puse lo ojos en blanco por la misma cantidad de veces y el se volvió a echar a reír. –Solo quería asegurarme querida- tomó mi mano entre las suyas.

-Eres tan importante para nosotros como para tu padre- añadió el guapísimo de mi tío Emmett, le dediqué una mirada cargada del amor que le profesaba desde que jugaba con el a las luchas cuando aún sostenía una muñeca en los brazos.

Aunque fuese hija de Edward y Bella, no podía discutir que me habían educado como si pareciera tener más padres y madres, sin duda Emmett, Jasper y Rose eran esa clase especial de familia que ocupaban un espacio tan importante en mi vida como Edward y Bella, Carlisle y Esme eran los mejores abuelos, de esos que deseas cuando juegas a la casita y a formar una familia con algún club de Barbie´s. Alice era como una hermana, la que nunca podría tener pero que a través de ella suplía ese hueco, y claro doblemente porque también en ella tenía la mejor de las tías.

Era una madurez que no creía alcanzada y que en ese momento me tomó por sorpresa, cuando supe que en aquel punto de mi vida, no había marcha atrás, ahora estaría para siempre con Jacob Black, sería su mujer, su esposa. Y había aprendido a crecer con los ojos vendados

-Así que si ese perro te hace algo-amenazó con un dedo acusador la tía Rose- Le arrancaré la cola

Eché a reír con los ojos cristalinos, cada día se avecinaba más mi fecha de matrimonio, era como estar observando el reloj y deseando que detuviera la marcha sabiendo de sobra que aunque dicho reloj no fuera el Big Ben nunca detendría su andar.

No era por miedo, era más bien la extraña sensación de la perdida. No tenía que perder con Jacob a mi lado, el siempre estaría conmigo, quizá dicho presentimiento se debía más bien a mi familia, a la separación física que implicaba, al ya no despertar más en una cama King size, pero ahora todas las mañanas despertaría al lado de la persona que más amaba en este mundo y en los venideros. De quién estaba segura estaría enamorada en cualquier vida, pasada o futura. Solo Jacob Black ocupaba el verdadero espacio de mis pensamientos.

La tibia presencia de Bella me hizo reaccionar en aquel momento, como si fuese una fina línea de tiempo que esta a punto de quebrarse por la mitad, la miré, sus ojos se habrían llenado de lágrimas de haber podido y como los míos eran el purísimo reflejo de ellos, se desbordaron por entre las largas pestañas negras, sus manos se encargaron de deshacerse de aquellos inoportunos “pedazos de mar”.

Edward llamaba a cada gota un “pedazo de mar” porque decía que llevaban la misma pasión que las olas agitadas cuando sacuden los bordes de las playas. Yo había visto demasiadas veces el desbordar de la espuma cuando chocaba contra la costa, impetuosas, reclamando una atención que únicamente era para ellas, las majestuosas crestas marinas. Y también las llamaba de aquel modo porque las lágrimas llevaban la misma cantidad de sal que proporcionaba el mar azul.

-Algo te preocupa- La suave voz de Bella me envolvió como el efecto mismo de su escudo abrazándome protector, física y mentalmente- soy tu madre, recuérdalo Renesmee.

Había un tronar apabullante en el pecho que se inflaba de una manera estúpida e indescriptible, algo que me hacía pensar en correr lejos, pero al mismo tiempo quedarme quieta como un ratón a hurtadillas en una casa con algún gato de vigía. Dolía.

-Hay una sensación-decidí responderle. Miré fijamente por el cristal donde se cortaban las siluetas de todos mis tíos, que regresaban a la gran casa Cullen, el aroma familiar de mi cuarto en la pequeña cabaña me sobrecogía diferente pero maravillosamente.- Es algo que no sé cómo explicarte…
- y sin embargo está presente aquí- dejó caer con suavidad su mano sobre mi bombardearte corazón

Asentí sin fuerza y con el picazón de vuelta en los lagrimales. Bella pasó sus brazos por mis hombros y recliné la cabeza en su pecho, mientras ella acariciaba lentamente los cabellos, más dorados ahora, que broncíneos.

-Cariño, todo esto es muy precipitado, y si tu no estás segura yo si lo estoy de que Jacob aguardaría el tiempo suficiente además recuerda, que la imprimación no es una obligación Nessie, tu aún puedes…

-No es acerca de Jacob mamá- le interrumpí con un tono tan lastimero como mi misma alma, incluso en aquel momento habría obtenido el doble del fantasma de canterville sin haber adicionado.- Estoy más segura de casarme con el que de cualquier cosa en este mundo.

>> Mírame ¿me veo acaso como una niña de 11 años?- le pregunté separándome de su cuerpo frío, pero reconfortante.

-Es la edad que tienes- iba a protestar cuando su tono de campanitas tintineantes me interrumpió- No es la que aparentas y se que tu madurez va mucho más allá de cifras, pero siempre serás mi hijita.

Me volvió a envolver en su abrazo.

-¿Crees que es fácil para mí verme siempre de 18 años y ser tu madre?- comenzó a reír nerviosa

El mayor miedo es el que nos tenemos a nosotros mismos, no a lo que pueda ocasionar la vida, ni siquiera tememos a las consecuencias de las decisiones que efectuamos, en realidad el temor es siempre ocasionado por la misma persona que dice que lo siente.

Y eso era precisamente el patético trauma que experimentaba mi ser a lo largo de aquellos días transcurridos desde la petición de mano. Mi cabeza estaba siendo un revolucionario fracasado que se alzaba dando gritos, cabalgando a tropel entre las rendijas de mis neuronas. Era una sensación de intranquilidad y de completa burla. Sin embargo además de miedo era dolor, un dolor insoportable y una tristeza que me hubiese encantado fuera efímera. Pero no lo era. Latía acompañando cada bombeo de mi corazón mutante, tangible que le helaba la sangre hasta al más diestro de los híbridos y que mantenía a Jacob Black conmigo, sin importar las noches en vela, ni los llantos sordos no dignos de su princesa.

-¿Quieres ir de compras esta tarde?-me preguntó cuando los primeros rayos del día comenzaban a clarear en los peldaños del porche

-¿Tiene algo de malo? , la boda esta cada día más cerca y aún necesito ir a ver unas cosas yo…

-Amor, no es necesario que veas todo tan deprisa, si bien no será un rito exigentemente de marca, pero será algo sencillo que te agrade y mis hermanos están organizando ¿recuerdas?- suspiré y el me apretó contra su pecho.

>> Además, si bien recuerdo Alice está también a cargo de unas cuantas cosas, yo pienso que deberías dejar de preocuparte por eso, o ¿es que ya no quieres casarte?- sus ojos enamorados se apagaron como un farol que se queda sin aceite y una punzada parecida al aguijón de una abeja-porque tampoco era inmune a los piquetes de insectos, a pesar de ser una híbrida- me atravesó al ver el inminente cambio en su mirada.

Si había algo en el mundo capaz de matarme de dolor, era ver a Jacob sufrir, o el rastro de una ligera tristeza

-No vuelvas a mencionar eso de nuevo ¿escuchaste?, ni siquiera de broma- le amenacé antes de arrojarme al refugio cálido y seguro de sus brazos. El mejor lugar para mí en el mundo era aquel entre los morenos, fuertes y cálidos brazos de mi Jake.
-¿Crees que un paseo por Port Angeles te tranquilice?- su ceja levantada y la forma en la que movía la boca haciendo mohines me hacían demasiado difícil resistir el deseo de ser la posesora de su cuerpo, en cualquier instante, no solo era que el calor me llevara más allá de las nubes, era el mismo Jacob y su ser, que no me permitían desligarme de todo lo que me provocaba su simple presencia en todo mi organismo.

¿Cómo negarle algo que pidiera? Lo había intentado de mil maneras, pero nunca resultaba, a fin de cuentas era una especie de robot, su propia esclava. Esclava de su vida, de su alma, de su amor.

-Solo si haces correr al rabbit- ambos reímos, y el besó dulcemente mis labios, su mano derecha sostenía mi mentón y la izquierda me atraía al placer de su boca con fuerza.

Port Angeles nunca se había caracterizado por ser una cuidad violenta en el estado de Washington, la noticia nos llegó de sorpresa cuando el periódico local voceaba

“OLA DE ASESINATOS RECORREN PORT ANGELES: Se desconoce causa”

Jacob compró el periódico alarmado, lo sabía, leí y releí la nota mientras estábamos en la cafetería, supe que algo no andaba bien, por la mirada ausente de mi prometido, comimos el cono en silencio, mientras Jake paseaba de forma sospechosa la mirada por la nota

En las dos últimas semanas se han recibido informes de ataques a personas, a diferencia de hace algunos años en la ciudad de Seattle, los asesinatos parecen seguir un patrón, por lo que la policía investiga casos de asesinos en serie. Las victimas van desde los 18 a los 23 años de edad, todas ellas blancas, color de ojos, café y miel y cabello broncíneo o dorado.


La víctima más reciente responde al nombre de Caroline Fell aproximadamente 3 semanas de su desaparición y la más antigua con casi un año a Libeth Antillán, de aproximadamente 1.70 de estatura, ojos color miel, tez blanca y cabello broncíneo, ambas iba a su escuela en la facultad de medicina cuando se les vio por última vez.
Las autoridades de Port Angeles, Seattle, Forks y el estado de Washington se han unido para seguir investigando.

Me impactó la edad de las chicas, así como la similitud entre ellas, debía ser sin duda un asesino serial quien estuviera detrás de aquello, sin embargo hubo algo aún más alarmante. CIUDAD DE SEATTLE

-¿Jake?- el me miró doblando el periódico por la mitad y escrutándome silenciosamente, sabía que estaba nervioso, preocupado y hasta había un atisbo de enojo en su mirada.

-Dime cielo- respondió como en automático

-¿Qué pasó en Seattle hace tiempo?- estaba segura que era la pregunta que Jacob quería evitar realizara, pero ya estaba en el aire y por muy podrida que estuviera la ciudad, el silencio que se instaló entre ambos era aún más asfixiante y apestoso que el de la misma Port Angeles. Jacob no respondió.

Tomó el móvil y comenzó a teclear un número sumamente conocido para mí

-¿Edward?-pregunté aún sorprendida, el me volvió a ignorar- Jacob, ¿Jake que pasa?-pregunté ahora si, realmente alarmada.

-Es el aviso en el periódico de Port Angeles, tienen las mismas señas, en este momento- y colgó. Tomó mi mano y nos remolcó fuera de la heladería hasta llegar a su auto

-Quiero que me digas que está pasando-le exigí- ¡Necesito saberlo Jacob!-grité, el ya estaba en marcha.

Doblamos una esquina, la calle se llenaba de neblina cuando el auto derrapó y comencé a sentirme confundida, dolida y temerosa, jamás me había llenado de miedo con Jacob a mi lado, en aquel instante el pavor hizo temblar hasta la médula de mi columna vertebral.
-Son ellos Nessie, han vuelto a crear una horda de vampiros neófitos, tengo que sacarte de aquí- Gruño manoteando el volante, me desconcerté aún más-¿Es que no lo ves?-gruñó

En aquel momento las palabras del periódico saltaron como resortes de las páginas
CHICAS, 23, BLANCA, BRONCINEO, MIEL. Y entonces lo comprendí. Quien fuera que estuviese haciendo esto me quería a mí. Temblé.

-Jake.. ha.. has dicho han vuelto- confirmé entre tartamudeos. El me miró y pisó el acelerador.

-Va a salir todo bien Nessie- me tomó la mano

El marcador daba a 120 y la esquina que seguía parecía la de un basurero, al parecer, después de doblar aquel pedazo de cemento la carretera que conectaba con Forks aparecía de inmediato, pero lo que apareció, no fue en nada parecido a una carretera, la neblina se hizo de nuevo presente y en dos segundos Jacob doblaba el volante del auto como si fuésemos a estrellarnos con un iceberg invisible

-Sostente- fue lo último que escuché de él y soltó mi mano para realizar la maniobra.

Un fuego incalculable se extendió ante nosotros, proveniente de ningún lado y el coche derrapó, vi la cara de terror de Jacob al intentar salvarnos, dejó el mando y se lanzó sobre mí estrellando el vidrio y aterrizando en el pavimento, un enorme lobo tomó su lugar y Jacob gruñó.

Fui consciente del dolor que apareció detrás de mi cabeza y un líquido se extendió bajo la nuca. Sangre. Jacob aulló y entonces todo se volvió negro.............

4 comentarios:

M.Black dijo...

OMG aqui empieza lo bueno....quienes sonn???????????????? ya no puedo decir mas por que anhelo ir por el siguiente jajaj un beso Vii no sin antes decirte que me ha encantadoooooooooo

Noel Arias dijo...

Muchas emociones en este capitulo!!!
Nessie con los temores tripico de dar ese gran paso.
jacob siempre siendo romantico con ella y cuidandola de todo.

y como siempre los problemas que no faltan en una buena historia!!!

Que pasara ahora????

Hermosa historia Vii

¡¡bamh!! dijo...

Anda la osa! D:
Se van a chin... a la Ness! :D
jajajajajaja XD

Katty dijo...

Si nessie quiere huir, que me deje a Jacob!

OMG OMG OMG
Porque lo hizo D:
fue para ocultarloss!!???
awsdgfhnsgaf
Genial el capitulo