jueves, 20 de enero de 2011

"PUNTOS DE LUZ"

-La policía de Port Angeles ha aumentado el número de elementos en los lugares públicos más visitados de la ciudad, ya que a pesar de no haber recibido ningún ataque en el último año, se ha presentado un total de 3 víctimas con las mismas señas de las chicas anteriores, esta vez en un par de estados de México.

Por otro lado aún no se han encontrado a los propietarios del rabbit rojo que apareció quemado en Front Street hace un año, sin embargo se ha descartado la posibilidad de los nexos de los propietarios con la ola de asesinatos. Los poseedores del vehículo se mantienen con identidad desconocida. Se ha cerrado el caso…

…… Seguiremos informando, por otro lado la mayoría de sobre peso que….


Las noticias solo me interesaban cuando hablaban de mí, aunque claro, ellos no lo sabrían nunca, era conveniente que siguieran en la ignorancia, dando por hecho que los dueños del rabbitt rojo habían desaparecido sin dejar ningún rastro.

Afortunadamente para mí, mi familia había llegado antes que todos aquellos policías e investigadores, sacando cualquier rastro de mi existencia de la escena del crimen.

-Cuando te sacamos de ahí estabas tan inconsciente que creíamos haberte perdido- lo había escuchado de mi madre un millón de veces.

Después de que desperté se habían dedicado a contarme -cuantas veces les pedía- la misma historia. La historia de mi muerte, porque para mí esto ya no era seguir con vida, sin él todo había terminado.

-Buscamos por todos lados Nessie, pero fue inútil, no estaba en ese lugar- mi padre me lo había explicado siempre que me salía de control, desesperada y enfurecida, necesitada de una respuesta que sabía no iba a encontrar.

Y yo me sentía con un bloqueo mental que me hacía sentir más inservible que un bote de bronceador en casa de esquimales. Por más que intentaba no podía recordar muchas partes de aquel día, eran como lagunas, como una especie de humo que atoraba las ideas y no me dejaba pensar con claridad.

Justo cuando empezaba a recordar los rasgos de su cara un dolor punzante atravesaba las neuronas impidiéndome recordar.

Carlisle había dicho que yo mismo había creado ese escudo, al querer borrarlo de mi vida, realmente estaba olvidando los recuerdos, y el querer hurgar en la inconsciencia me aguijonaba sin piedad. Yo sabía que no era así. Ni siquiera le había contado a Bella lo que en realidad pasaba, pero poco a poco restos de mi pasado y hasta mi presente se volvían como muy difuminados.

Antes podía recordar el olor de las flores cuando era pequeña y paseaba de la mano con mis padres en los campos detrás de la cabaña, también recordaba el color de las conchas en la arena la primera vez que él y yo nos habíamos tumbado al sol en La Push. Ahora todo aquello parecía distante como si nunca hubiese existido, ya no rememoraba ni el olor de las flores, ni el color de las caracolas, y más bien todo indicaba que comenzaba a parecer más irreal que una certeza.

Y si a todo aquello le arraigábamos el dolor de la cabeza que pasaba entre mis tejidos neurológicos cada vez que mi mente evocaba aquellos recuerdos, entonces estaba perdida. No, nadie podía saber de eso. No recordaba exactamente si alguna vez había tenido un secreto con mis padres, pero sin duda este merecía la pena.

-No te has cansado del mismo sermón todas las mañanas- sentenció el vampiro que se sentaba muy erguido apoyando la espalda contra el respaldo del blanquecino sofá y se llevaba la taza humeante a los labios
-¿La esperanza debería haber muerto con su partida?-le pregunté a la defensiva.

Otra cosa que tampoco sabía de dónde había salido, pero que ahí estaba, como si mi lado vampírico se hubiese incrementado más en aquellos doce meses. Un mes en estado vegetal sobre una cama y otros 11 meses en estado fantasmal curándome los mismos fantasmas de mi soledad, y ahuyentando a los que me perseguían todas las noches aullando a la luna.

-No lo malinterpretes Nessie, no significa que abandones la idea, solo que… ya ha pasado mucho tiempo pequeña y nadie sabe nada de él- el tío Jasper se inclinó con la taza de sangre en la mano y me la ofreció despacio junto con una de sus cálidas sonrisas

Los músculos comenzaron a relajarse poco a poco, bajé las piernas del sofá y extendí el brazo para tomar el preciado líquido que se me ofrecía. Jasper a fin de cuentas sabía cómo controlar las emociones, quizá por eso Alice y el dormían en el cuarto más cercano al mío.

El ultimo mes había sido el más duro para mis padres, abuelos y tíos. Sin embargo sabía que todo aquello le torturaba más a Bella que a ningún otro vampiro en aquella casa. No solo por el hecho de ser mi madre, si no porque también ella lo había vivido en carne propia

-Tu madre parecía un fantasma, o un muerto, si más bien ello le queda como guante el calificativo- Charlie a menudo me contaba la historia sobre el abandono de mi padre y terrible dolor que había proferido en su hija.

Que Bella actuaba como en automático, que sonreía cuando se suponía lo debía hacer, hablaba por deber y que todo el tiempo despertaba gritando en sueños como si estuvieran acabando con su vida.

Yo padecía el mismo síntoma que mi madre, solo que al pasar el tiempo mis ilusiones estaba ya por desvanecerse, aunque cuando lo creía todo perdido aparecían señas, puntos de luz y motivaciones que me hacían sentir la necesidad de permanecer despierta ante todo aquello, viva, aunque me sintiera desfallecida.

Algunas veces los Cullen –cualquiera de ellos- recibía una alerta sobre algún chico de piel morena, de unos dos metros de estatura, ojos marrones y rasgos nativos, entonces la esperanza encendía su llama, pero cuando mi familia regresaba con las manos vacías dolía más que de no haber existido.

Por eso estaba harta de las ilusiones, de los puntos de luz, de la esperanza, no quería seguir alentando a mi alma, porque conocía de sobra la realidad.

-¿Han regresado ya Billy y Carlisle?-le pregunté desenfadándome de la pregunta anterior a mi niñera, Jasper se relajó en su asiento al nota el cambio de mi ánimo y meneó la cabeza en una negativa.

-Regresan mañana por la tarde, pero Nessie quisiera que esta vez pensaras antes de cometer alguna acción, en tus padres, sobre todo en Bella- volvió a dar un sorbo a su taza

-¡Vaya! ¡Se han desayunado un San Bernardo sin mi presencia!- la puerta tronó en un golpe sordo y la imagen imponente de el tío Emmett se apareció en el umbral- eso es ofensivo- terminó la frase y se dejó caer a mi lado.

-Te hemos guardado un poco de Beethoven en el microondas- respondí y el besó mi mejilla

-He de agradécete, pero no me apetece comer sangre de perro- sentí el sabor de la sangre repulsivo cuando entró en contacto con mi boca, era evidente que al tío Em se le había ido la pinza sin querer

-Lo siento pequeña, no quería incomodarte con eso, ya sabes hay veces que no puedo… es difícil recordar lo que…

-¡Basta!- grité y busqué sus ojos- es que no puedo andar por la vida así, no es por que lo hayas mencionado, es por lo que él me hizo.

Por primera vez en un año, me atrevía a poner en alto mis dudas. Nunca habría dudado de él, pero en algunos sueños, cuando se convertían en auténticas pesadillas las sospechas que albergaba mi familia en lo secreto- que claro era un secreto a voces- se hacían presentes con nitidez y veía la traición dibujada en el rasgo que lograba identificar como suyo, antes de que los dolores de cabeza penetraran hondos y desesperantes.

-Nessie, es mejor que tomes una ducha, que…

-¿Es que no lo ven? No pueden decirme que me tranquilice cuando he vivido con esta opresión en el pecho, con el desconcierto de no saber la verdad

>> Es que no se si me abandonó o el está…- las acuciantes y desesperadas lágrimas no se hicieron esperar y es que ni en sueños había dejado de llorar cuando pensaba en él como un ente sin vida, lejos de mí. Para siempre.

Definitivamente pensaba que era mejor la traición, podría tolerar su engaño, su falso amor. Pero jamás resistiría si lo daban por… muerto. Entonces entendía la parte de mí que conservaba los genes de Edward Cullen, porque sin duda yo también preferiría morir que seguir viviendo una vida vacía sin la esperanza de volver a verle.

Emmett me pegó a su pecho y yo lo golpeé con fuerza, con una fuerza involuntaria, una descarga que mi tío no merecía, pero que me era inevitable, porque después de esos arranques de delirio, el sopor se hacía presente y siempre que despertaba a voz en grito por su ausencia Jasper estaba ahí para tranquilizarme.

Todos hacían rondas en la casa grande, como le llamábamos a la mansión Cullen, mis padres dormían en la cabaña y había ocasiones en las que se turnaban para vigilarme, siempre mantenían a dos vampiros en la mansión y mis padres en la cabaña, los demás o bien estaban investigando o despejando un poco parte de su mente en la mansión de Chicago

Esta vez solo podía berrear en brazos de Emmett y Jasper, mis padres habían ido a La Push, sin duda ellos nunca tomaban un descanso sobre el asunto, porque Edward no toleraba mi estado y se maldecía por haber sido alguna vez el causante de uno muy parecido, y aunque Bella hubiese querido quedarse todo el día a mi lado, yo sabía que también necesitaba de papá y era consciente que un vampiro no puede estar encerrado contemplando la pena de otro- aunque este otro sea su hija- porque termina consumido por la misma emoción

-También absorbemos esas cosas, cariño- me había explicado con parsimonia tía Rose, y por verla en estado pacífico yo le había comprendido, que aquella era la razón de no permanecer todo el tiempo conmigo. La razón de las rondas y la que debía ser suficiente para dejar que mis padres anduvieran por ahí sin mí a mi lado.

Aunque claro, no solo me limitaba a vampiros, también Paul, Jared, Embry, Quil, Sam, e incluso Leah y su esposo hacían rondas en la casa, yo solo toleraba la presencia benévola de Emily, quién siempre solicita me ayudaba a sentirme un poco menos sola y un poco menos triste.

Cuando Seth aparecía dando tumbos por el sofá, había una sensación de alivio mental, mis confusiones y lagunas desaparecían por esos breves lapsos de tiempo, y entonces me permitía acurrucarme en su abrazo y dormir sofocada por el calor que emanaba, al que no le daba importancia. Y solo en ese entonces mi subconsciente se atrevía a evocar su imagen y rememorarlo con exactitud.

Después de irse mis amigos licántropos, todo volvía a la oscuridad y la sensación de haber vivido en un sueño era más parecida a la realidad.

Me quedé dormida en los brazos del tío Emm, y fui consciente solo hasta el punto en que me depositó en la cama.
.
.
-¿Están seguros esta vez?- la voz de Jasper me llegó desde el pasillo. La luz del alba comenzaba a clarear y llevaba puesto el pijama

Bella seguramente era la responsable de aquel cambio, me había rehusado a dormir en la cabaña por el torrente de recuerdos y emociones desgarradoras que en el aire de aquel lugar flotaba como volutas de polvo, y por esa razón mi madre se quedaba conmigo hasta que conciliaba el sueño, cuando ya había pasado el peligro de despertar por la noche se iba. Y justo cuando no sentía su presencia a mi lado, alguna terrible pesadilla se abría paso y gritaba.

-Sam cree estarlo en esta ocasión, el mismo estaba dispuesto a comprobarlo, pero desapareció- mi madre respondió la pregunta de Jasper y yo me pegué a la puerta despacio

-Si Sam cree estarlo, es mejor que vayan a comprobarlo, después de todo el era su alfa.

-Tenemos miedo-susurró mi madre- No solo por Nessie, si no por lo que pudiéramos encontrar-terminó la frase

-Me imagino lo que querrá hacerle Edward si resulta ser el mismo-No hacía falta tener un poder vampírico como leer mentes para saber que hablaban de él.

Me obligué a llamarle con ese artículo, tal como mi madre había hecho cuando papá la había dejado para que su nombre lo encerraran barrotes y muros resistentes, ella misma me había dicho que funcionaba cuando te obligabas a reprimir su nombre, porque poco a poco hacía menos daño, decía que quizá en ella habría funcionado y que tal vez lo habría olvidado por el solo hecho de negarse su nombre. Y así había decidido yo.

Y también conocía a Edward Cullen, demasiado bien como para saber que querría arrancarle el cuello si se enterara de que me había estado utilizando. Pero eso no era posible.

Supe que mamá había asentido a la frase formulada por el tío Jasper, aquella que yo sabía desde siempre, el no dudaría en romperle los huesos y acabar con su vida.

-Será mejor que se den prisa, Carlisle, Esme y Billy llegarán aquí en la tarde, Em y yo podremos irnos entonces- sabía que había colocado una mano en el hombro de mi madre

-Nessie está despierta- añadió la voz de terciopelo de mi padre

Se materializaron como una exhalación en mi cuarto y mi madre colocó su fría y pétrea mano sobre mi frente.

-¿Cómo te sientes cariño?-se atrevió a preguntar aún cuando conocía de sobre la respuesta

No le iba a decir que falta y que preferiría estar muerta. Mi padre torció la boca y frunció el ceño.

-¡De ninguna manera!-respondió antes de atreverme a hablar

-Estoy lo bastante bien como para querer hacerlo-le increpé

-Basta de hablar con la mente ¿Qué pasa?- se encolerizó mi madre

-No soportaría que te hundieras más si no lo es- añadió mi padre ignorando a Bella y respondiendo a mi súplica

-Papá tengo que hacerlo- le exigí

-Renesmee quiere ir con nosotros, lo ha escuchado todo- mi madre dio un grito ahogado y Jasper meneó la cabeza en una negativa.

-Edward, debes dejar que ella decida- habló mi madre por fin al cabo de un silencio incómodo

-¿Y bien?-me cuestionó Edward después de cerrar los ojos y tomarse el puente de la nariz con los dedos- Tu madre tiene razón cielo, no puedo mantenerte sujeta aquí- se hincó en el piso y se inclinó sobre mi cama- Yo no quise comprobar que tu madre había… muerto cuando me lo dijeron, y siempre me arrepentí de no haberlo hecho

Comprendí lo que significaba para mi padre el que yo tomara una decisión al respecto, me levanté de la cama, con el semblante determinado y las rodillas temblando. Edward me sonrió

-Perdona por meterme en tu cabeza, solo quiero que sepas que no te dejaré sola ni un segundo- me aferré a el como cuando tenía 5 años

Mis ojos esperanzados no se pudieron contener y alcanzaron a Bella en la impaciencia y el atisbo de un rayito de luz en mi oscuro camino. Porque el podría estar vivo, después de todo. Yo lo sabía, porque imprimar era más que amar, era saber que su corazón no había dejado de latir.

-Quiero buscarlo- respondí a los 3 vampiros

4 comentarios:

M.Black dijo...

aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh por que me haces esto?...basta de niñerias no me voy a dormir. Me voy Vii pero a leer el siguiente capitulo me has dejado picada necesito sabes si mi Jacob esta vivo yo al igualq ue Ness me niego a creer que el fue el culpableeee un besoo

Noel Arias dijo...

Me sorpredi mucho con este capitulo un Año!!!
Un año sin Jake y un año sin Nessie.

Donde estara Jacob??

Esta historia se pone cada vez mejor con cada Capitulo y solo quiero leer y leer hasta que las cosas se aclaren!!

Vii excelente trabajo!!

¡¡bamh!! dijo...

Muajaja... Pero el Jake esta conmigo :3 XD

Katty dijo...

jake mi vidoooooooo!
donde estas :C