jueves, 20 de enero de 2011

"RITOS QUILEUTES"

-¿Puedo entrar?-la pregunta sonó entre la madera de la puerta y sonreí, coloqué la gargantilla alrededor del cuello y la mujer blanca de cabellos castaños y ojos miel avanzó en un instante hasta el lugar en el que me encontraba, terminó de amarrarme la cadenita plateada. –Ya estas perfecta cielo- ambas sonreímos.

Bella extrañaba el reflejo de sus ojos chocolate en el espejo, pero decía que al ver mis ojos la añoranza no tejía sus redes profundamente entre su pasado y su presente, tomó delicadamente mis bucles y los colocó uno a uno detrás de la nuca

>> Jake está esperándote abajo- Bella aún no podía creer que estaba a unos pasos de convertirme en la Señora De Black, hecho que a su marido seguía sin darle la más mínima gracia, pero que aceptaba solo por ver feliz a su hija. Su única hija. Yo.

-Gracias mamá, ¿crees que les guste su regalo?-me puse de pie y tomé una caja plateada que descansaba sobre el tocador

-Es precioso, Kim y Jared estarán más que felices- la sonrisa de Bella era franca, pero aún así me hizo sentir un apretón en el corazón.

Los lobos y los vampiros aunque con menos altercados aún seguían siendo una raza enemiga y ni siquiera el hecho de la Imprimación ayudaba en sobremanera.

>> No te preocupes por nosotros cielo, diviértanse y disfruten la fiesta- me confesó mi madre con total sinceridad

-Quisiera que papá no fuera tan tozudo- refunfuñé y Bella tronó en carcajadas musicales
-Tu padre nunca cambiará cariño, en eso se parecen mucho los dos
-Los tres mamá, los tres- me uní a sus risas y Bella tuvo que reconocer que ella también era una santísima cabezota.

El viento era helado, La Push seguía siendo tan playa como la recordaba, la arena estaba en la costa y las olas rompían en los imponentes acantilados, el viento sacudió las ondas de mi cabello al compás de una dulce y extraña melodía. Recordaba lo que era sentirse en casa, aunque nunca tanto como en esta ocasión.

La mano cálida se posó sobre la mía y entonces regresé a la realidad.

-Estas muy callada- sonrió y me miró con esos dulces ojos que me hacían perder la cabeza-¿en qué piensas?

Parecía que mi prometido se ponía celoso hasta del aire que pudiera filtrarse entre él y mis pensamientos, era una de las muchas razones por las que amaba a Jake, porque él me había amado primero.

-Solo disfrutaba la sensación de estar nuevamente en casa

Jake besó mi mano y volvió los ojos a la carretera el también disfrutaba cada parte de la carretera que hacía un año no manejaba.
Nos faltaban solo 2 meses para poder casarnos.“Como se debe”- tal como recitaría Edward. Pero estábamos de vuelta en Washington porque Jared y Kim al fin habían decidido adelantarse a nuestros planes de boda y celebrarían su unión en ritos Quileutes en la Playa de la La Push.
Jake se había mudado con la familia Cullen desde que yo tenía uso de razón, abandonando el liderazgo de una tribu, por seguir al factor de su impronta. Nosotros no podíamos asentarnos por siempre en un lugar, por eso vivíamos como nómadas, aún con todo eso mis padres, tíos y abuelos habían acordado enviarme a la escuela, para que según mi padre, el gran lector de mentes "Edward Anthony Masen Cullen" tuviera "experiencias humanas"
Aquella frase le gustaba tanto que para mí terminó siendo un fastidio. Había estudiado Ginecología en todas las facultades que había pisado, aunque tenía la apariencia de una mujer de unos 23 años, solo contaba con 10 años de vida. Mis "experiencias humanas" habían sido gratas, mientras duraba, intentaba no hacer demasiadas amistades, porque el momento de partir siempre era doloroso. Pero hubiese sido insoportable si Jacob Black no se encontrara a mi lado. Juntos, como debía ser y para siempre. Yo conocía de sobra lo que era sentir la imprimación.
Cuando mis padres me lo explicaron, ya sentía que había mágia entre Jake y yo, comprendí mucho mejor esas ganas desgarradoras de estar con él en todo momento, y el porqué de añorarle tanto cuando tenía que ir a visitar a su familia. Entendí porque me parecía que el mundo se detenía si Jacob no estaba a mi lado. Porque siempre le había amado y así sería por el resto de nuestras vidas, estabamos destinados desde el principio. Así sería.


Mi prometido- me hacía sonreír el simple hecho de llamarlo de aquel modo- estaba feliz por volver a ver a todos sus lobo-amigos, aunque les visitaba una vez al mes y se quedaba con ellos por lo regular una semana, esta era una ocasión especial, por lo que no nos quedaríamos solo en una “Visita de Doctor”, como llamaría Charlie a las inesperadas vueltas a Forks del Clan Cullen. No, esta era una ocasión verdaderamente importante, porque parte del plan era que yo pudiera ver el otro lado de una boda.

No una boda como las que tía Alice esta acostumbrada a organizar, ni como a las que los conocidos de los Cullen suelen asistir, más bien Jacob quería que viera como se celebraba la unión de un lobo con su impronta en sus respectivas raíces, con sus leyendas y tradiciones y eso lo llenaba de felicidad. Y a mí no me importaba que tía Alice pegara de brincos, si a Jake le complacía casarse por los Ritos de sus ancestros yo lo haría, bien había dicho hasta contraería nupcias en el pico de un acantilado si el me lo pidiera.

-¿Cómo están las cosas en Chicago?-me preguntó Rachel, obviamente dedicándole algunas miradas a su imprimación, compañero de manada, amigo y ahora cuñado de Jake, el siempre “No pises mi nube” Paul.

-Increíbles, trabajo en el hospital general, y Carlisle se encarga de asistirme cuando ve que el paciente morirá si no interviene- ambas reímos.
Yo sabía que nuestra estancia en ese lugar casi estaba por concluir, debíamos abandonar Chicago, aunque Jake y yo podríamos seguir visitando la mansión que teníamos ahí, pero no por mucho tiempo.

Las manos cálidas envolviendo mi cintura y pegándome a su cuerpo me hicieron sudar frío, era tan incomprensible como después de tanto tiempo Jacob seguía teniendo ese efecto y ese poder en mí. Si me tocaba mis deseos y pasiones se desataban a tal grado que era imposible comprender.

-¿Verdad que mi Nessie cada día está más hermosa?-preguntó a su cuñado gruñendo un poco y yo solo pude temblar
-Estas imprimado hermano-bromeó el moreno y yo le hice un mohín- Vamos Ness, sabes que eres bellísima, pero no más que Rachel- mi cuñada coloreó el rostro del rojo de mis labios y tomó a Paul de la mano.

Entre varios “Qué gusto de verlos” “Creía que no llegaban” “Que guapa estás” “¿Te esta cuidando Jacob?” “En 2 meses por fin” “Que alegría un matrimonio más” “Les echábamos de menos” ´por parte de Emily, Sam, Quil, Billy, Seth, Embry, Sue, Charlie, y varios de los chicos- que ahora ya no eran tan pequeños- de la tribu y entre bromas y risas características de los Quileutes me sentía en casa.

-Todo sería más fácil si mi familia pudiera ver esto, que todo es tan…
-… simple- completó Jake, usando la palabra correcta para lo que quería decirle

>> Cariño, Edward y Bella son tan prudentes como cada uno de los miembros de tu familia y saben que estaban invitados, pero quieren ahorrarnos algunos problemas, no porque no sean bienvenidos si no ya sabes….- hizo ademán de tapar con una pinza su nariz y luego tronó en una carcajada muy parecida a las que soltaba el tío Emmett.

-Me pregunto cómo harás para soportar el mío ahora que durmamos en la misma cama-
-Hay que averiguarlo- gruño y me tomó por la cintura comenzando a besar mi cuello despacio y calentando en segundos todo mi organismo. haciéndome palpitar por sentirlo en mí y descubrir que seguíamos completándonos el uno al otro. Eso sentía cuando hacíamos el amor, porque Jacob era mío, y yo le pertenecía en cada aspecto posible.

-Será en otro momento- añadí pícara al escuchar como nos llamaban, seguramente la ceremonia iniciaría en unos instantes, Jake refunfuño algo sobre Momentos propicios y me tomó de la mano para llegar hasta la playa.


El vestido de Kim era sencillo, blanco y puro como su mismo rostro, el nerviosismo le comenzaba a avanzar por la cara y el color rojo tomaba posesión de sus mejillas, Jared usaba un pantalón de manta color blanco y una camisa del mismo estilo y color.

Nos saludaron con una sonrisa y un asentimiento de cabeza, no había nada de extraño en aquella ceremonia, era como si todo se quedara en familia, en ese momento dos lobos enormes, uno de pelaje azabache y otro color capuchino caminaron detrás de ellos. Colocaron con sus hocicos un lazo que unía los cuerpos de ambos, estaba hecho de un tipo especial de lazo, como el que usaban para tejer sus pulseras.

Miré mi mano y Jake hizo lo mismo

-¿Recuerdas porque te la di?-susurró y yo asentí

El me había explicado que esas pulseras las tejían cuando eran niños y después en el momento en que comenzaban a transformarse se les explicaba que tenían que cederla al factor de su impronta, para así hacer constar que ellos eran hombres lobo y que estaban imprimados. Había niños Quileutes que jamás se transformaban, y sus pulseras se quedaban en sus muñecas, pero como Jake me había encontrado a mí, su pulsera había pasado a ser mía.

-Es algo similar Ness, el lazo esta hecho de la misma soga, y significa que están diciéndole a las personas presentes su imprimación y que Kim acepta la decisión que está tomando al saber que su otra mitad- señaló a Jared- es parte de un mundo de leyendas, un lobo.

Billy era el líder de los ancianos ahora y pronunció un discurso sobre la magia y la sabiduría, sobre las leyendas y lo real, y también habló de las responsabilidades que ahora tenían cada uno, sin embargo todos notaron que yo estaba presente cuando dijo que Jared debía cuidarla del peligro que representaban sus enemigos, sobre todo: Los fríos.

Jake apretó mi mano. –Estoy bien-susurré- esta también es mi familia- dije cerca de su oído y pude sentir como empezaba a respirar regularmente.
Jacob no dejó de abrazar mi cintura, tomar mi mano y besar mis mejillas, Jared y Kim tuvieron que presentar el uno ante el otro un objeto tallado en madera.

-Es un anillo- dijo Jacob- Kim hizo el de Jared y el, diseñó el de ella, significa todo lo que están dispuestos a ofrecer y a renunciar por el otro.

En todo momento solo pude ver, entrega, ilusión, amor y compromiso.

-Sé que es lo que quiero- le dije
-Alice nos matará- respondió, pero no importaba simplemente quería eso Amor y compromiso
-Quiero que tu y yo nos veamos como ellos, así de imprimados- le contesté
-Tu y yo Nessie nos veremos más imprimados aún- y besó tiernamente mis labios............

4 comentarios:

M.Black dijo...

ok termine el primero...que te puedo decir Vii me ha encantado...tu manera de hablar de la tribu y sus creencias es natural como si estuviera ahi sientiendo el momento y disfrutando lo que Ness ve...al principio ya sabes que me perdi pero regrese gracias por sacarme de la duda...un beso y me ha encantado TE FELICITOOOOOOOOOOO

Noel Arias dijo...

Como te prometi aqui estoy comentando todos los capitulos!!

Relataste muy bien la manera del compromiso Quileute.

Fue muy romantico y especial. Ya espero ansiosa como sera ese compromiso lleno de amor entre Jacob y Renesme.

Besos

¡¡bamh!! dijo...

Pero no se puede vivir solo de amor! XD
jajajaja, es que odio a Nessie XD
Que salga Beu vampira bien fueeeeeertota y la mate, muajajaja! :3

Katty dijo...

Me imagine todas las escenas♥
el anillo y el laso es romántico ♥
Me hiciste regresar a mis tiempos aquellos~
D: si esto es en el 1er capitulo.. quiere decir que habra leemon
Me imagino a Edward leyendo los pensamientos de Nessie mientras ella recuerda lo ocurrido con jake! xD