"ESCAPAR"

Me recliné sobre la puerta, la madera bajo mis pies crujió lentamente. Suspiré y cerré los ojos. Sentí el peso de una mano sobre mi hombro derecho, me frotaba despacio mientras yo me debatía entre el llanto, el dolor y la cordura.

-Pudieron habérmelo dicho- dije despacio

La mano que me consolaba alejó su contacto, el tío Emmett me sujetó por los hombros y me atrajo a su fornido cuerpo, me encontré sintiéndome de nuevo la niña pequeña de papá.

-De haberlo hecho, Aro lo hubiese deducido también y todo esto habría fracasado. Estoy seguro que lo comprendes cariño.

Y lo hacía, realmente lo entendía, podía comprender el porqué de haberme dejado creer que tío Emmett tenía una especie de control mental muy poderoso, que Libeth era una zorra desgraciada que únicamente permanecía a nuestro lado para cumplir con la voluntad de los Vulturis, pero lo que estaba lejos de mi capacidad de entendimiento era el porqué de haberme dejado creer que Jacob estaba muerto.

Miré en los ojos de mi tío, supe que estaba igual de perdido que yo en el mundo y que tampoco quería una vida de sometimiento a Aro, Cayo y Marco, él quería venganza tanto como yo lo anhelaba. Por esa razón tío Emmett no me odiaba, al contrario; estaba dispuesto a ayudarme a encontrar el camino correcto.

-Libeth piensa que deberíamos hacer una parada antes de que te marches- me dijo

Asentí lentamente.

Lo más doloroso de un Plan B en tu vida es que no tienes la certeza de a dónde te arrojara, estaba varada ahí y sabía que debía tomar otra ruta pero me sentía incapaz de hacerlo. Incapaz de alejarme nuevamente de las personas que amaba.

Tío Emmett dio la vuelta sobre sus talones y me indicó el camino hacia la puerta.

Después de despedazar a Dimitri, Kate y Garret nos dieron la llave de la pequeña cabaña que habían destinado para nuestro escondite provisional. Sabíamos que disponíamos de poco tiempo y yo ni siquiera tenía idea de qué estaba sucediendo.

Sé que corrimos y nos internamos en el bosque, sé que huimos desesperadamente y que con cada kilometro que recorríamos mi corazón daba violentas sacudidas que hacían presente su existencia. Y a pesar de estar en una situación desesperada; me alegraba no tener que renunciar a mi lado humano, me alegraba no haber tomado una decisión radical, no haberme lanzado directo al infierno.

Sabía que tenía el camino ganado a los brazos del demonio por ser la aberración que era pero igual que mi madre, pensaba que podíamos tener una esperanza, un pequeño rayo de luz que salvara nuestra alma.

Llegamos a la cabaña que poseía el clan Denali en medio del camino a Forks y La Push, tío Emmett me había explicado que era la mejor forma para obligarme a tomar una decisión. Entonces me contaron la verdad.

-Tuvimos que mentirte cielo- me dijo él – de algún modo sabía que te sentías obligada a aceptar esa vida. Y de muchas maneras sé que necesitas hablar con Edward y Bella

-La manera de escapar de Volterra no fue la única mentira- me dijo Libeth- hay algo más que debo contarte.

Libeth me contó que Jacob no había muerto y su disculpa fue un gesto sincero, sólo por esa razón supe que ella realmente lo amaba.

Me dijo que en efecto Akun, Ro, y mis padres habían dado con Jacob en la ciudad de México y ella los había dejado llevárselo, me contó que se había aliado con el tío Emmett a raíz de haber escuchado a Cayo decirle a Aro que los híbridos éramos lo más bajo en la cadena de los parásitos dentro del mundo vampírico, una abominación, una asquerosidad, seres que no debieron haber sido engendrados. En resumen una mierda.

-¿No se supone que tienes esa especie de control mental? – le pregunté en medio de mi confusión

-Lo tengo, y es precisamente esa razón por la que ellos decidieron mantenerme en la guardia, mataron a mis padres y después dejaron que estuviese desesperada y con una tía odiosa para ir corriendo como una rata a su guarida- Libeth suspiró

>> Y planearon muy bien las cosas, me humillé para poder estar de su lado, para que me aceptaran. Tuve que hacer bastantes trabajos sucios, de los cuales me arrepiento.

-¿Trabajos sucios?-le increpé

Entonces me enteré de toda la realidad. Fue como escuchar una grabación a toda velocidad en ese tono estúpido de “ardillitas” pero aún más de prisa. No teníamos tiempo y estaba consciente de eso; sin embargo tanto Libeth como mi tío sabían que me debían respuestas.

-Yo fui quien se llevó a Jacob, Renesmee, él nunca te dejó como jamás me descubrió. La trampa era perfecta. Ustedes debían creer que se estaba creando una horda de vampiros, que irían tras de ti, porque todas eran mujeres y todas cumplían alguna característica que las vinculara contigo

Fui uniendo las piezas y conectándolas con un gran Clic

-Pero no era llegar a ti la misión que teníamos. Debíamos ir por aquel ser que más amara tu alma para poder destruirla- dijo ella

-Jake-susurré

Libeth asintió

-El incendio lo provocamos Jane, Alec y yo, todo salió a pedir de boca y entonces nos llevamos a Jacob. Era mi misión y lo siento Renesmee, debía cumplirla, además no era algo sumamente difícil

Supe que se refería a que Jacob era apuesto y el tipo de hombre que cualquiera sueña con tener en sus brazos.

-Le borré la memoria-me confesó- aunque ni siquiera es impidió que el pensara en ti

>> Mi don actúa de forma diferente con los humanos que con los vampiros, a Jake le borró toda la memoria aunque cuando flashes de imágenes se comenzaban a filtrar por sus memorias, debía aplicarle una nueva tanda de “control”

>>Aro creyó que mi don actuaba de la misma forma con los de su especie, pero no lo hizo. Tu tío Emmett fingió estar en posesión, pero cuando se enteró de que yo quería derrocar a los Vulturis me contó la verdad y es la razón de que seamos aliados

Me sentía tan mareada y tan llena de información que creía en cualquier momento vomitaría. Estaba segura de tres cosas:

La primera, Jacob no me había abandonado.

La segunda, Jake tampoco estaba muerto.

Y la tercera, quería verlo.

Después de comenzar a asimilar todos los hechos, subí al coche que Kate y Garret nos habían proporcionado, Libeth estaba ya dentro tecleando su móvil, no me volteó a ver cuando dijo:

-Billy dice que debemos darnos prisa

Aquello me heló la sangre. Podía asimilar ahora que; toda mi familia sabía de la existencia de aquella híbrida y por lo visto también los lobos.

-¿Cómo está Jacob?-me aventuré a preguntar

Libeth soltó un bufido

-No queremos mentirte más cielo- me dijo el tío Emmett tomándome de la mano

Sus ojos aunque rojos eran tiernos y estaban cansados, fue sumamente dulce cuando me dijo:

-Debes ser fuerte cariño. Jake está en coma.

Entonces supe porqué me habían dejado creer que había muerto.

No sé qué fue lo primero que rememoré con más ahínco, sí las manos cálidas y morenas, las sonrisas sinceras y reconfortantes o los besos tiernos y suaves. Cada parte de mi cuerpo, cada célula estaba conectada a la persona que veía tendida en una cama, era pequeña para su complexión; pero ahí estaba él.

Recorrí con la mirada cada centímetro de su piel bronceada, quería tocarlo. No lo hubiera aceptado de no saber que él no me había dejado; necesitaba escuchar su voz.

Me encontré secándome lágrimas saladas que resbalaban por mis mejillas y acercándome despacio hasta la cama. De ese modo rompió el llanto.

La felicidad es una máscara que oculta la verdadera tristeza, esa que se lleva en el alma. Yo lo quería, lo había hecho siempre y lo haría el resto de mi vida.

Tenía la habitación disponible para mí, pero no tenía ni idea de qué era lo que debía hacer, ni siquiera estaba segura de que debiera estar ahí. No había salida, ni tiempo. A la guardia no le costaría trabajo dar con todos nosotros y eso precisamente era lo que debía evitar.

Escuché los pasos de mi tío y Libeth y las ruedas de la silla de Billy marcando el piso de madera, poco a poco fueron sumándose los ruidos de ligeras pisadas descalzas. Lobos, claro, ellos también estaban al tanto.

Era el momento de tomar decisiones, como había mencionado el tío Emmett; sin embargo me encontraba clavada ahí al lado de una cama donde descansaba un cuerpo. El cuerpo de quien yo anhelaba, y pese a todo eso, sentía a Jacob cada latido más lejos de mí.

Libeth me había explicado que la conmoción cerebral tan grande que había experimentado el día que mi familia y las aves lo habían descubierto le habían tocado fibras tan sensibles dentro de los tejidos nerviosos que las células se defendieron, formando un escudo alrededor de su cerebro e impidiendo penetrarlo. La consecuencia de ello fue el coma inminente.

Ella había escupido palabras como veneno cuando ellos descubrieron su paradero pero no debido a ninguna especie de odio contra mi familia, era odio hacia sí misma y dolor por ver partir a la persona que amaba, después de eso ella les había contado una sarta de mentiras a los Vulturis y ellos a su vez me las contaron a mí. Me dolía saber por todo lo que él había tenido que pasar para llegar hasta esa cama.

Sabía que no podía permanecer como estatua en la habitación hasta el día que Jacob quisiera despertar, y aquello agregaba un peso más a mi consciencia. Él podía levantarse en un segundo, como podía no hacerlo nunca.

-Jake, abre los ojos, por favor- gemí- estoy aquí

El cuerpo me sacudía en temblores gigantescos. Pero ni siquiera los más grandes clamores podían regresarlo. Estaba ahí, pero no regresaba.

-Lo siento tanto, lo siento tanto- le repetí incontables veces.

Tomé su mano, inyectada por un líquido transparente, su cuerpo estaba cubierto de tubos y medicamentos. Confirmé mis sospechas, Jacob podía haberme dejado para siempre por su voluntad, y aunque en un principio sintiera el odio bullir en la sangre, sabría que él había sido feliz, pero no podía verlo morir.

Cuando supe que había muerto a manos de las aves, odié tanto a esa raza que asesiné a Kapix, pero no lloré no me lamenté por orgullo. Yo aún pensaba que Libeth era a quien Jake había elegido para ser su compañera; sin embargo ahora no era de la misma manera. Jacob estaba con vida, atado a una cama e inconsciente; pero vivo. Y mi corazón albergaba eso a lo que llamamos esperanza.

Me hubiese gustado acariciar su rostro despacio y grabar en mi memoria el contacto con su piel, me hubiese gustado depositar un beso sobre sus labios sellados que gritaban por dentro, llamándome. Me hubiese gustado haberle dicho tantas cosas, pero no era tampoco yo libre de toda culpa.

No le había buscado con afán hasta dar con él y en el camino por intentar olvidar la historia que habíamos forjado después de tantos años, yo había encontrado calor, consuelo y amor en alguien más. Sí, era una traidora.

Enjugué las lágrimas que aún hacían acto de presencia y me dejé caer en el sillón que estaba bajo el alfeizar de la ventana. Había estado con Jacob cientos de veces sentados ahí, peinando a mis muñecas, maquillándolo a él, y justo en aquella habitación él había tomado mi mano por primera vez.

Jacob colocó suavemente mi mano sobre su corazón yo sonreí tímida y emocionada a la vez.

-Es por ti- me dijo, y me sentí la adolescente más feliz al saber que mis sentimientos eran correspondidos

No pasábamos mucho tiempo en Forks o en La Push, pero cuando Jake tenía que volver a visitar a su tribu, muchas veces me llevaba con él, y era precisamente en ese lugar en dónde nos tendíamos a ver películas y comer palomitas de maíz con la cabeza colgando de la cama. Me reí débilmente por los recuerdos felices y la puerta se abrió.

-Billy, yo… - me puse en pie, pero el padre de Jacob me hizo sentar de nuevo

-Lo sé querida, lo sé-mis lágrimas se dispararon de nuevo- no es tu culpa Nessie.

Me sorprendió encontrarme de nuevo con el dulce Nessie, saliendo de sus labios, hacía tanto que no lo escuchaba y me pareció que el corazón me iba a reventar de felicidad por tan sólo oírlo.

-No sé qué hacer Billy, no puedo irme, no quiero dejarlo- mis ojos cristalinos se posaron en el cuerpo de Jake.

-El significado de amar verdaderamente no quiere decir que “debas permanecer” a pesar de todas las circunstancias – habló despacio y me levantó el mentón con los dedos índice y pulgar de su mano izquierda

>> Cuidaremos de él como hasta ahora, querida esto no se trata sobre su felicidad- aquella frase me tomó por sorpresa

-¿Qué quieres decir?-le pregunté

-Hablo por todos, tu familia, la mía, Libeth y las aves, todos estamos en un gran riesgo ahora, no es el momento para hacernos los valientes, está claro que todos tememos por nuestras vidas

>> Emmett me ha dicho que viniste aquí a verlo y a despedirte-declaró

Asentí en silencio

-No había pensado en la posibilidad de no querer alejarme de él- le respondí en un susurro

-Nessie, no tienes que quedarte por culpabilidad, ni siquiera por la imprimación, tú tienes la decisión, siempre has tenido la posibilidad de elegir

-No te entiendo Billy- lo vi cual si fuera una niña pequeña

-Lo haces, en la sala no sólo están tu tío y Libeth, también se encuentran Seth, Sam y Emily-hizo una pausa- y dos aves-concluyó

Mentiría si dijera que no sentí al corazón estremecerse bajo mi piel, claro que entendía lo que Billy me decía.

-¿Te enamoraste también de él?-me preguntó sin rodeos, yo sabía a quién se refería.

No respondí, simplemente porque no podía. ¿Cómo iba a decirle a Billy que había vivido con Akun, dormido con él, velado por él y huido de su resguardo simplemente porque no quería que le pasara nada? ¿Cómo iba a decirle que después de haber estado con él mi corazón y sentimientos no habían resultado implicados? Billy era un anciano en su tribu, por lo tanto poseía la capacidad para reconocer si alguien le mentía o no. Y yo no podía decir que no estaba enamorada de Akun.

-Lo entiendo, ahora es necesario que lo entiendas tú Nessie. Debes irte- me pidió

-Billy por favor, déjame….- intenté persuadirlo pero ¿cómo diablos lo iba a engañar?

-No querida, sé que quieres a mi hijo pero también tu corazón ha vinculado a alguien más y no sólo es por ti, Jake en su falta de memoria ha amado también, ¿por qué quieres cerrarle sus oportunidades?- me increpó

-La imprimación… ¿es entonces una farsa?- le pregunté desorientada y sintiendo crecer un agujero en el estómago

-No lo es, pero tampoco es una obligación. Escucha Nessie, la capacidad de decidir es personal y no se trata de atarte porque crees que es lo correcto, la mejor opción o lo que se espera; la imprimación no tiene que ver con compromisos, se trata de entrega y pureza.

>> Sé que me entiendes, necesitas reparar el daño que existe en tu corazón y no lo vas a poder hacer al lado de mi Jake en esta situación, te pido que no permitas que la lucha que estamos a punto de enfrentar te ciegue para elegir con el corazón.

Asentí y me levanté despacio del sofá. En pocas palabras Billy me estaba pidiendo que dejara a su hijo fuera de mis líos amorosos, que le permitiera a él también escoger el camino correcto, porque yo ya no era lo bastante buena y pura para Jacob, porque había entregado una parte de mi corazón a alguien más aunque me negase a reconocerlo. Aunque hubiese huido de él, sí, no iba a negar que una parte de mí, le pertenecía a Akun Konibuk.

-No tardes, deben irse cuanto antes- me dijo Billy antes de salir de la habitación

Había soñado cientos de veces con aquel momento en el que Jacob apareciera y me dijera que todo había sido una mala broma, había imaginado que no importaría lo que hubiese sucedido, nuestros corazones se encontraría porque se pertenecían. Había calculado bastante mal las cosas.

Me acerqué a Jake y dudé un segundo si debía o no tocarlo; lo hice. Me despedí de él con un beso y una promesa

-No hay nada en el mundo que quiera más, que remediar el daño que te he hecho, pero no se quedará así Jake, ellos no van a ganar- suspiré – te daré tu mejor oportunidad, no es momento para ser egoístas. Hasta pronto.

Cerré la puerta de la habitación y estuve a punto de derrumbarme ahí de no ser porque ocho pares de ojos se posaron en mí en aquel momento.

-¡Nessie!-gritó Seth y se levantó del suelo en donde estaba sentado, caminó hasta mí pero se detuvo.

-¿Qué pasa?-le pregunté, era la sensación más extraña, después de tantos años, me sentía un poco en casa.

-¿Pu… puedo?-me preguntó. Seth se veía más grande de lo que yo habría esperado. Asentí

El me abrazó lleno de añoranza, me sacaba muchos más centímetros de los que me gustaría admitir y se sintió muy bien aquel gesto. Los ojos me comenzaron a picar, pero me obligué a empujar el agua que amenazaba con desbordarse de nuevo al interior de ellos.

-Te entiendo Ness-me susurró, sólo Jake solía llamarme con ese tierno apodo y Seth conocía bastante el corazón de su alfa como para darse cuenta que era exactamente aquello lo que necesitaba escuchar

>> El coma no será eterno, estaremos aquí para cuidar de él- Seth deshizo su abrazo

-Me temo que esta visita nos está llevando demasiado tiempo, deberíamos haber empezado a correr hace casi una hora- declaró el tío Emmett

Caminé hasta el centro de la sala, sentía el brazo de Seth hacerme presión sobre los hombros, confortándome, pero toda aquella paz se vio disuelta en cuanto crucé la mirada con Akun.

Estaba ahí erguido delante de mí, sus ojos me escrutaban como si fuera una completa desconocida, y quizá me merecía aquello; había huido de su amparo, me había burlado de su protección y había rechazado el amor que él me ofrecía. Tenía razón en no querer saber nunca más de mí, y no le reprocharía si no me daba ni siquiera una oportunidad para disculparme. Me dolía.

Entonces su mirada me habló en silencio, estaba tan desesperado por tocarme como yo lo estaba por dejar que lo hiciera, lo único que necesitaba en ese momento era su abrazo, saber que estaba conmigo y nada de lo que se nos avecinara podría vencer porque estábamos juntos. Y lo entendí.

Supe exactamente de qué se trataba el mentado vínculo con Akun. Era todo acerca de hablarnos en silencio, era sobre pertenencia, era sobre… amor y dolor.

-Sam- hablé titubeante y deshice el contacto con Akun

El líder de la manada me miró y asintió cuando yo negué con la cabeza.

-Entendemos que no puedes quedarte Nessie- me dijo Emily y se acercó a mí -¿Puedo?- me formuló la misma pregunta que Seth y yo volví a asentir.

Emily me envolvió en sus brazos.

-Te hemos echado de menos cariño- me dijo cuando se apartó de mí.

-También yo lo he hecho- respondí y ella sonrió, las marcas en su rostro se contrajeron con cada gesto que articuló.

-Lucharemos a su lado Nessie- me dijo Sam- y protegeremos a la tribu.

-Gracias-susurré, no se me ocurría más que decir- notaba a Akun tensarse cada vez que escuchaba mi tierno apodo entre los licántropos

No era la mejor idea que Akun y Ro estuvieran en la misma casa en la que habitaba Jacob, me sentía una profanadora de hogares además de una rata asquerosa por permitir que mi corazón hubiese albergado un sitio para alguien más.

-Deben irse-musitó Libeth

-¿?

Mi rostro fue un completo signo de interrogación. ¿Deben? Miré en todas direcciones, hasta que encontré los ojos de Billy y este me asintió. De aquello se trataba, el padre de Jacob creía que yo no era lo bastante buena porque me había enamorado en el camino de alguien más, pero Libeth podría quedarse, quedarse a cuidar de Jake , y a encargarse de que el la eligiera a ella, por que borrarle la mente a alguien no era un pecado tan grave como debatirse entre dos hombres. Claro.

-Que tengan éxito, estaremos en contacto- nos dijo Billy

El tío Emmett me empujó con cariño hasta la entrada, Sam, Emily y Seth salieron a despedirse de nosotros, Libeth se quedó cerca de Jacob, sabía que todo aquello no le pasaba inadvertido a Akun, pero aún así no articuló palabra, y yo necesitaba escucharlo.

-Vamos a casa- dijo el tío Emmett y el auto se puso en marcha

Fui en la parte de atrás con Ro, quien me miraba de hito en hito, Akun aceleró y yo comencé a borrar pensamientos, imágenes, frases, no quería llorar ahí de nuevo. Pero mientras el aire de La Push azotaba mi rostro me era inevitable sentir que una parte de mí se quedaba con Jacob Black y que esta vez lo había perdido para siempre.

El miedo que me poseía en aquel momento poco tenía que ver con que Libeth se quedara en casa al lado de Jacob, tampoco estaba presente por la condición actual de mi ex novio, el miedo y la oscuridad que vivía en ese momento se debía a no saber si estaba tomando la decisión correcta.

Nadie pronunció palabra en todo el camino, llegamos a la frontera con Canadá, nos detuvimos en una casa. La recordaba, había estado ahí muchas veces, porque era uno de los hogares del Clan Cullen.

Sentí el cuerpo tensarse, aún no estaba preparada para enfrentar a mis padres.

-Únicamente están Edward y Bella aquí cariño- me dijo el tío Emmett

Lo miré con ojos como platos, no sabía qué podía esperar de aquel encuentro, era cierto que había perdonado a Libeth por los engaños, las mentiras y el robo de una pieza en mi vida; pero no estaba segura de qué tanto pudiera hacer con mis padres.

Me había ido de ahí un día buscando un relicario, me habían dicho que huyera con Akun y no había hablado con ellos hacía tanto tiempo; pese a todos los errores cometidos en el pasado y mi falta de perdón hacia ellos. Ambos seguían siendo mis padres y no importaba como me sintiera en aquel instante o si mi corazón estaba roto, tampoco contaba que los años me hubiesen afectado, ni que ya no fuera la niña que se protegía bajo la sombra de sus padres. Necesitaba de ellos.

-Adelante- respondí y bajamos del auto.

No se necesitó decir ni una palabra, cuando mis pies tocaron el suelo y cerré la puerta del auto, una mano cálida tomó la mía que estaba por demás helada, tan helada como mis fríos ojos rojos. Había cometido millones de estupideces a lo largo de mi vida pero haber querido aliarme con los Vulturis por mera venganza era el colmo de cualquier aberración.

Miré a Akun y en lugar de ver desaprobación en sus ojos, sólo me encontré con una mirada llena de amor, un amor innegable, un amor que se desbordaba cualesquiera que fuera mi situación, él estaba ahí.

-Estoy contigo princesa- me susurró y apretó mi mano, después depositó un suave beso en mi frente. Avanzamos hasta la casa

Quise decirle tantas cosas, escudarme, ofrecerle una explicación, pero sabía que todo eso estaba de sobra, porque él me estaba diciendo: te acepto como estés, como sea. Habría tiempo para dar explicaciones

Me era inevitable no traer memorias de mi vida pasada al presente sobre todo cuando en aquella casa había vivido… feliz.

A mis padres no les tomó por sorpresa ver mi unión con Akun en aquel momento, quizá mi padre ya estaba enterado de todo lo sucedido por las mentes de mi tío y Ro, tal vez ya sabrían que me había ido de la reserva con un corazón hecho añicos y que Billy había preferido que Libeth cuidara de su hijo y no yo.

Sé que mi madre habría llorado de haber podido, los ojos de ambos me confirmaron que estaban sufriendo, sus miradas me penetraban como cuchillos afilados y yo estaba ahí como tonta sin decir una palabra. Akun soltó mi mano.

-Adelante papá lee mi mente- le dije mentalmente

Edward se acercó a mí, notaba la tristeza y el dolor que le provocaba tener que verme en esas condiciones, porque estaba destruida por dentro y por fuera, Bella tomó su mano y caminaron hasta estar a un paso de mí.

Ver a mi madre al lado de mi padre me hacía sentir una mierda tamaño mundial, se veían tan perfectos, quizá Bella hubiera podido sentir algo más por Jacob, quizá si lo amaba como Aro me había contado, quizá todo aquello era cierto, pero ella había elegido a mi padre.

-Lo sabe- le dijo Edward a Bella y ella suspiró

No tenía necesidad de hacerlo pero era su forma de mostrarme su amor y preocupación, incluso su comprensión.

-Oh, cariño- dijo ella y quiso acercarse a mí pero mi padre la detuvo.

Pensé en retroceder, huir de nuevo de ahí, pero no… no quería. Ahí estaba mi familia. Los tíos Alice y Jasper ya habían corrido hacía mucho tiempo, igual que los abuelos Carlisle y Esme y por lo que tío Emmett me había dicho estaba segura que los lobos protegerían a mi abuelo Charlie. Pero pese a la batalla que se nos venía encima mis padres habían permanecido ahí, esperándome. Y haciendo caso omiso de mis ojos escarlata mi padre preguntó:

-¿Podemos?-habló con ese timbre de voz de terciopelo

-¿Por qué todo el mundo me ha hecho la misma pregunta hoy?-respondí y asentí

Mi madre se lanzo hasta mí con los brazos abiertos.

-Mi niña- me dijo en un susurro- ¿qué te han hecho?

Los brazos se me enredaron alrededor de ella, y dejé descansar por una vez mi alma mientras permanecíamos así, juntas. Había odiado a mi madre por no contarme la verdad sobre su aventura amorosa con mi ex prometido, pero ¿hasta qué punto había permitido que ese dolor me cegara?

Contra el desasosiego que sentía porque mi familia me había querido eliminar cuando aún era feto, sabía que ella había luchado con uñas y dientes por salvarme la vida, le había importado muy poco haber tenido que morir por verme a mí nacer.

-Mamá- susurré contra su cabello. Entonces Edward se acercó a nosotras. Ahí seguía mi familia.

Teníamos claro cuál era la prioridad de todos. Nos sentamos mis padres y yo en un sillón de tres plazas, Akun permaneció de pie, Ro salió a los cielos y el tío Emmett cogió una silla.

Mi madre había entrelazado sus dedos en los míos y mi padre permanecía cerca de nosotras.

-Renesmee, Aro te ha contado la verdad a su manera, me duele verte en este estado, porque aunque quiera negarlo no puedo. Soy tan responsable como el Vulturi por haberte lastimado, si tan sólo pudiera borrar todo el daño que…

-Ya basta papá, nadie tiene la culpa de mi vida, lo admito; me uní a ellos porque me sentía traicionada y humillada por mi propia familia, fui una estúpida al hacer tantas cosas que no debía, pero lo hecho está hecho y si he acarreado todas estas cosas a la familia, lo menos que puedo hacer es dar la cara- le solté

Todos sin excepción me miraron con ojos como platos, estaba consciente que les estaba escupiendo “Si ellos me quieren, que vengan por mí” y era precisamente eso lo que quería que entendieran.

-No puedes exponerte así, no si podemos ser un refuerzo, no si podemos…-mi madre comenzó a desesperarse y se levantó del sillón

>> Díganme que hay una solución- suplicó a mi tío y a Akun

Ellos intercambiaron una mirada significativa, me tensé al lado de mi padre.

-¡Por supuesto que no!-tronó Edward, se puso en pie tan rápido que me pareció invisible y encaró a mi tío.

>>Pretendes volver a hacerlo- le dijo- ¿no te ha bastado ya con el infierno que ha vivido?

-Hermano, tu hija ya no es una niña, ella debe decidir por sí misma, además Renesmee no es la única aquí que ha estado viviendo un infierno- siseó

-Emmett… - comenzó a hablar mi padre más calmado

Era evidente que lo que vio en la mente de mi tío y Akun no le había gustado, porque la solución que pedía mi madre obviamente me implicaba a mí y estaba más claro que el agua, que mis padres no querían perderme nuevamente.

-Papá- le dije – Yo me he equivocado antes, he huido y estoy harta de no poder vivir tranquila, sea cual fuere la situación ellos siempre estarán viniendo por mí y por todos ustedes, no podemos permitírselos. Si la única manera es que yo sea la encargada de tomar al toro por los cuernos, con tu permiso o sin él lo haré – hablé resuelta

Mi madre me veía con una presión profunda en el alma, aún no sabíamos ni ella ni yo qué era lo que estaban planeando las mentes de los hombres que había ahí; pero no era nada bueno para nadie y mucho menos para mí.

-Ella no estará sola Edward- La voz de Akun rompió el silencio e hizo a mi corazón martillear frenéticamente, todos se dieron cuenta del cambio en mi cardio, pero nadie dijo nada.

-No puede ocurrirle nada, ¿lo entiendes?- mi padre no veía a Akun a los ojos, supe que se estaba controlando por no explotar

-Te doy mi palabra- Akun le extendió la mano derecha a mi padre, conectaron las miradas y en seguida se sintió el cambio en el ambiente, mi padre confiaba en Akun, lo estaba demostrando.

Edward fue junto a Emmett y lo abrazó, supe que le estaba pidiendo disculpas por su comportamiento irreflexivo e imprudente, nadie ahí sufría lo que mi tío. Él había perdido a tía Rose, los Vulturis lo habían capturado, se había visto obligado a beber sangre humana y fingir que estaba dispuesto a encabezar una revolución contra su propia familia y además blanco de cualquier espacio en la memoria. Yo no era la más adecuada para que la gente se compadeciera de mí. Sólo había que echar un vistazo a la historia de mi tío.

-Es hora- les dijo a mis padres, a Akun y a mí- ellos no tardan en preguntarse por nuestro paradero, si no es que ya lo saben, conozco bastante bien sus sistemas de defensa, Aro querrá asustarnos primero pero sin Dimitri les será un poco más difícil localizarnos a todos.

-Denali…- susurré y mi tío asintió

-Debemos estar preparados para lo peor entonces- declaró mi padre

-No entiendo- dijo mi madre- Dejen las conversaciones mentales. Yo estoy aquí- refunfuñó

-Mamá, el primer punto de ataque lo envié hacia Denali, cuando Aro sepa que le hemos traicionado entonces acabará con el clan de Tanya

-Por suerte para todos, ellos comenzaron a evacuar- dijo Akun y lo miré con sorpresa

>> Todos conocíamos el plan a la perfección después de que Libeth apareciera en el taller de … - aún le costaba pronunciar el nombre de mi ex novio- Jacob- dijo por fin.

>> Sabíamos que tendríamos poco tiempo para movilizarnos, pero nos explicó que mentiría a los Vulturis acerca del paradero del lobo, entonces ellos te mentirían a ti para encabezar la lucha contra tu propia familia, Libeth calculaba perfectamente cada movimiento.

>> Nos dijo que no desistiría hasta que Aro la colocara en el mismo grupo que tú lideraras, de ese modo estaría cerca de Emmett también, le sería más fácil ganar terreno contigo cerca, además dijo que después de que ustedes aniquilaran a Dimitri, debíamos ser rápidos.

>>Kate y Garret se comunicaron conmigo y Ro. Inmediatamente después de que ustedes se fueron, nos dirigimos hasta ahí, porque a vuelo somos más rápidos, y el clan comenzó a correr. Pero siguen de nuestro lado

La información pareció únicamente tomarme por sorpresa a mí, pero me alegraba porque aunque no fuera la persona que más adorara en el mundo, Libeth había estado a cargo.

-Entonces no debemos preocuparnos por las Denali- señalé

-No es tan sencillo, es cierto que se tenía un plan, cariño, pero no todas las cosas son fáciles- dijo mi padre

-¿Dónde está el problema?-pregunté- Si todos están corriendo, y si hemos privado a la guardia de Dimitri, entonces ¿por qué seguimos llevando las de perder?

-Porque al estar distribuidos, rebotando como chinches por todos los continentes, limitaremos nuestra comunicación con los demás clanes, y no sabremos exactamente de su paradero…- comenzó a decir mi tío

-… no tendremos información sobre el número de bajas o los refuerzos con los que aún contamos- concluí

Los tres hombres asintieron, mi madre me puso una mano en el hombro. Aún me estremecía al recordar todo lo que Aro me había contado y ni siquiera el hecho de saber que ella amaba a mi padre me lograba tranquilizar del todo.

Como era de esperarse mi padre se dio cuenta de mi estado alerta hacia Bella. Maldito lector de mentes

-Necesito conversar con Akun y Emmett un segundo, ¿por qué no suben a la habitación y después escapamos?-nos dirigió una significativa mirada a mi madre y a mí.

Todos entendimos lo que entre líneas el marido de Bella quería decirle. “Llévala y habla con ella”

La habitación seguía exactamente como la recordaba, una digna estancia para una princesa. Mi madre cerró la puerta después de entrar.

-Mamá, tenemos que volver, debemos planear una estrategia, tenemos…

-… tenemos que hablar hija. Siéntate- imité sus movimientos y nos acomodamos en la cama del centro. Mi cama.

-Sé que no quieres hablar de esto conmigo pero….

-Oh mamá, no, no hay tiempo para discutir mis tontas ideas, por favor…

-… por favor no hija, no, no deseo que me compadezcas, te he mentido. Y eso no merece compasión

-Mamá, lo lamento, entendí que me amas más de lo que yo imagino, haberme salvado la vida fue…- iba a decir que había sido “el acto más grande de amor que conocía” cuando ella me volvió a interrumpir.

-Sí únicamente estás agradecida conmigo por lo que hice por ti, no tiene caso que digas que lo entiendes, claramente no lo has hecho.

-¿?

-Renesmee, tu vida nunca significó una elección para mí. Cualquier madre daría su vida por un hijo- me dijo susurrante

>> No iba a dejarte morir porque nadie me apoyara, no iba a suspender el embarazo, sólo porque estaba sola. Aún si tu padre se hubiera ido, el cielo sabe que yo habría luchado para que hubieras nacido.

>>Pero tu odio hacia mí no es por esa razón. Es por Jacob- declaró.

>> ¿Me odias tanto?-me preguntó despacio.

No podía responderle evasivamente, era mi madre y conocía a la perfección mis propios sentimientos. Así que reuní aire y me armé de valor.

-No, digo, no es como si te odiara, aunque una parte de mi te quiere bien lejos de mi vida- dije y me arrepentí por haberlo hecho al instante porque noté su tristeza como la mía propia.

-Debí habértelo dicho desde antes, pero cuando comprendí de qué se trataba la imprimación yo …

-…. ¿imprimación? ¿Me estás hablando en serio? Vamos, no puedes creer en esa clase de magia ahora, no con todo esto.- le respondí mordaz

-Debes no estar hablando en serio cariño, la imprimación existe porque yo la he visto. No te voy a negar la relación que Jacob y yo tuvimos, y tampoco te voy a negar que él no quería que nacieras, como toda la familia. Porque eso ya lo sabes.

>> Tampoco intentaré convencerte para que me ames tanto como antes, o para que perdones a tu padre, tíos y abuelos. La imprimación existe porque tú existes, jamás amé tanto a Jacob como lo hice cuando estabas en mi vientre, cuando él venía a cuidar de mí, sabía que era mi persona favorita en el mundo y lo necesitaba a mi lado.

>> ¿Sabes cuantos pares de cromosomas tienes, verdad?- me preguntó y yo asentí- La misma cantidad que Jacob, la misma porque su historia estaba comenzando a escribirse con tal fuerza que hasta sus células compartían afinidad.

>> Sé que existe la imprimación porque en cuanto tu saliste de mi vientre, Jake abandonó a tu padre en la habitación, me dijo que ya no sentía nada más por mí, que era un cuerpo solamente y nada lo ataba a él. Jake me amaba y yo le amaba a él por ti Renesmee, únicamente por ti.

Ok, esa parte de la historia no me la habían contado, me quedé petrificada, escuchando el latido de mi errático corazón y las inhalaciones de mi madre.

-Quizá esto no te convenza en absoluto, pero tenías que saberlo. A Jake no le importó enfrentarse a mí cuando desperté de mi conversión, cuando me dijo que se había imprimado de ti. No le importó dejarse peinar como muñeca durante horas sólo por verte feliz.

>> Él decidió renunciar a su manada, a su tribu, dejó su responsabilidad como alfa, por venir a vivir a todas las partes del mundo que quisiéramos. Solamente por ti. Si a eso no se le puede llamar imprimar entonces no estoy segura de a qué sí.

No necesitaba escuchar de nuevo todo lo que Jake había dejado por mí y todo lo que yo no podía hacer por él, me pesaba como una losa, pero no había marcha atrás.

-Mamá, yo… lo siento- dije- me fue imposible no tener celos de ti- dos lágrimas bañaron mi rostro y mi madre las enjugó con sus manos frías.

>> Eres hermosa- le dije y ella sonrió porque estaba consciente de que ser inmortal la había hecho más bella.

-Cariño, merecía lo que has sentido, siempre debí hablarte con la verdad.

-No te culpes, las culpas son personales mamá y yo ya tengo mis propios demonios.

-Desearía que no los tuvieras- me dijo mirándome a los ojos. Sabía lo que veía en ellos, sangre y dolor.

-Ahora mismo no sé qué hacer con mi vida- me levanté de la cama, me crucé de brazos y me paré frente a ella- He estado corriendo los últimos años, sobreviviendo y escondiéndome, torturada y en proceso de transformarme.

Mi madre me miró atónita

-¿Transformarte?-me preguntó incrédula

-Aro me aseguró que ustedes sabían que podía convertirme en un vampiro completo.- le dije entre sollozos

Mi madre asintió pero no lo negó

-Tu rabia ha hecho que lo intentes para demostrarnos que puedes vivir sin nosotros. Si nunca te lo contamos, fue porque siempre quisimos lo mejor para ti, además no hace falta que seas un vampiro completo; eres inmortal cielo. Recuérdalo - ella pronunció las palabras con esa voz como campanitas.

-Estoy arrepentida mamá, por todo, lo que he pasado en Volterra, mis dudas hacia ustedes, Jacob y…

-… Akun- completó

>> Cuando tu tía Alice dijo que ellos venían a ayudarnos a buscar a Jacob porque había un lazo inexplicable, un vínculo tan fuerte que le permitía a ella tener visiones sobre su raza, supe que tu corazón se vería implicado de nuevo.

>> Pero nada es obligatorio mi niña, eres libre de tomar tus propias decisiones. Cada quien labra su camino Renesmee-

Me acuclillé delante de ella, mi madre tomó mis manos con una de las suyas, recliné mi rostro sobre su regazo y comenzó a pasarme la mano derecha por el cabello recogido en una coleta.

-¿Acaso crees que estaba en mi destino encontrarme con tu padre? ¿Piensas que era mi destino tener que convertirme en un vampiro? ¿Imaginas que era mi destino el que pudiera tener familia siendo lo que soy?

>> El destino es sólo un medio para alcanzar el fin, porque el fin de cada historia lo representan las elecciones que hayamos tomado en el camino. Si yo no hubiera decidido amar a tu padre contra todo, no estaríamos casados. Si yo no hubiera elegido convertirme pese a que Edward no lo deseaba, el y yo no podríamos estar juntos para siempre. Si no hubiera tomado la decisión de que nacieras, no tendría este rayo de luz en mi vida, esta esperanza. Tú

Levanté la cabeza y la miré a los ojos.

-¿Crees que estoy tomando la decisión correcta? Quiero decir… ¿qué pasa si no resulta como esperaba? ¿Podría retroceder?

-Siempre existirán los riesgos cariño, con las elecciones van los errores, y siempre se aprende de ellos. Pero he visto como te mira, he visto la desesperación de Akun al no encontrarte.

>> Cuando lo dejaste estaba hecho un mar de emociones, todos los días salía de la casa, siempre iba a buscarte desde temprano y regresaba por la madrugada, jornadas enteras en el aire, importándole muy poco el clima. El te buscaba.

>> He visto que su corazón es puro, y que aceptó venir como embajador de los Vulturis para conocerte, no le importó que su vida peligrara, su necesidad era verte. Y mira como ha terminado todo

Mi madre sonrió y yo me reí un poco. Ella me puso en pie e imitó la acción. Me abrazó

-Te he echado mucho de menos hija- me dijo

-también yo mamá- le respondí

La puerta se abrió pero no deshicimos nuestro abrazo.

-Siento tener que romper este momento tan íntimo- nos dijo mi padre- Es hora de irnos.

Bajamos la escalera en silencio, y nos reunimos con mi tío y Akun, mis pasos me llevaron a su lado y el volvió a tomar mi mano.

-Y bien, ¿Qué es lo que tengo que hacer?-les increpé

-Es inminente la lucha y por el escape que han emprendido todos nuestros aliados no sabemos con cuantos efectivos contaremos realmente, además Aro también les dará caza antes de poder reunirnos en un lugar seguro- dijo Emmett

-Al grano tío- le respondí

-Necesitamos ayuda, otro tipo de ayuda- me explicó

-Tenemos que viajar un poco al sur- me dijo Akun, lo miré sin entender ni pío.

-La solución consiste en buscar a alguien, alguien que tenga el poder de convencer a un ser que conoce un gran secreto para derrumbar a los Vulturis – me volvió a decir mi tío

-No entiendo en qué…

-Viajarás al sur con Akun, debes buscar a Nahuel y convencerlo para que encuentren a su padre, sólo así tendremos una oportunidad frente a ellos cariño- me dijo Edward

Vi la duda, y la resolución en sus ojos, las esperanzas estaban depositadas en mí. Esta vez debía ser yo quien salvara a mi familia.

-Hecho- respondí

-Debemos escapar ahora, nos comunicaremos, Ro vendrá conmigo- habló el tío Emmett firmemente.- Edward, Bella, ya saben qué hacer.

-Hasta siempre mi niña- me dijeron mis padres dándome un apretón de manos y un beso, y salieron en el volvo de mi padre directos a no sé dónde.

Su despedida era inminente, pero había sido tan breve como el contacto del aire al acariciar la piel. Le rogaba a todo lo sagrado que me permitiera volver a ver a mis padres.

-Es su turno- tío Emmett nos empujó a la puerta.

Akun le silbó a Ro para que bajara del aire.

-Cuento contigo Akun, no dejes que le pase nada- me besó la mano libre

-Está a salvo- le respondió él – Estaremos en contacto, sean cuidadosos Emmett – le pidió

Mi tío Asintió y Akun se despidió con un gesto de mano de Ro que caminaba tranquilamente hasta la casa.

Fuimos directo al mustang, nos abrochamos los cinturones. Un dejavu se filtró por mis memorias, la última vez que nos habíamos subido a su auto también estábamos huyendo.

-¿Lista?-me preguntó encendiendo el motor

Asentí. Mi mente repetí frenética, que dependía de mí. Encontraría a Nahuel y a su padre y mataríamos a los Vulturis antes de que ellos nos alcanzaran primero.