lunes, 16 de enero de 2012

"NUEVO TRATO"

-Todo está listo, únicamente esperamos indicaciones, Stefan y Vladimir no van a saber cómo terminaron desmembrados- anunció Felix con una sonora carcajada

-Necesito consultarlo con Aro, los Rumanos no son el primer punto de ataque y lo sabes Felix- le respondí.

-Jane me ha dicho que los vigile, pensé que estabas al tanto, Cayo ha mandado exterminarlos primero a ellos

-Cayo no es quien me da órdenes a mí- me levanté del sillón de terciopelo- ¿no ha quedado claro que Aro es quien decide?

-Po, por supuesto

-¿Entonces qué esperas? Ve y cambia esa estrategia, el primer punto de ataque está enfocado a Denali

-¿Quieres asesinar a nuestras autonombradas “primas” como punta de lanza? –Emmett entró en la sala sosteniendo una copa.

Se suponía que en seres con corazones latientes ese tipo de “control mental” haría que dejaran sus memorias en el olvido, pero con seres como nosotros, únicamente encendería el chip de la destrucción. El odio que mi tío había guardado en el fondo de su alma, estaba latente en cada poro del cuerpo. Me preguntaba por qué no habría acabado conmigo ya. Haberme protegido era el motivo por el que tía Rosalie estaba muerta.

-Vaya cielo, parece que tu corazón ha dejado de funcionar- me dijo

Me toqué el pecho instintivamente en el lado izquierdo. Ahí seguía, pero cada vez le permitía menos que me controlara, cuando maté a Kapix celebré oficialmente el funeral de Renesmee Carlie Cullen porque estaba muerta ahora a ese ser que había sido alguna vez. Decidí odiar y convertirme en una asesina. No quería ser más lo que se suponía debía de, y tampoco lo que todos esperaban de mí. No era una princesa.

-Por favor tío no intervengas en esto- le pedí y comencé a extender el mapa que llevaba hacía sólo unos instantes Felix en la mano- Vengan ambos aquí

-Solamente estoy sugiriendo que quizá Felix tenga razón en cuanto a quien lanzas el primer ataque

-Me parece perfecto llevarlo contra el clan Denali- señalé el lugar de la casa de Tanya en el mapa- Dimitri ha estado dando rondas de reconocimiento- mi dedo índice se deslizó por una superficie en blanco cerca del punto donde se hallaba la casa de Tanya.

>>Justo aquí está una roca que tiene una pequeña ranura, será fácil introducir a alguien, los demás nos dispersaremos, pero quien esté en este sitio-golpeé dos veces con el dedo el lugar donde debía estar la roca-tendrá que ser el más cuidadoso o todo se vendrá abajo.

-Yo podría cubrir perfectamente el puesto- Dimitri entró en la sala y se colocó a mi lado- Nadie conoce el terreno tan bien como yo, y lo sabes.

El vampiro rubio comenzó a caminar con las manos en la espalda por la habitación

-Aro ha dado su aprobación para ir primero tras el clan de Denali, si los Cullen saben que hemos aniquilado a la familia de Tanya entonces no tendrán otra escapatoria, ningún clan querrá aliarse a ellos y entonces venceremos finalmente. Aro ha sido claro, tú serás quien lleve las riendas de la operación- me dirigió una mirada de respetuosa aprobación

Después de haber terminado con mi vida como Renesmee Cullen, nadie se atrevía a llamarme por mi nombre únicamente el tío Emmett seguía empleando sus propios términos para nombrarme, era como si todos temieran llamarme de alguna manera. Sólo podía pensar que no encajaba tampoco en ese sitio. Ahora lo había perdido todo, hasta mi nombre.

-Perfecto, ya que todas las cosas están dispuestas entonces…- comencé a hablar y me interrumpí cuando la puerta de la sala se abrió bruscamente, en el umbral apareció ella.

-Aro me ha enviado en tu pelotón- resopló y se sentó en el sillón de terciopelo que ocupaba yo hacía un momento.

-No, no, no, yo estoy a cargo y tienes prohibida la entrada en este lugar, vete con Jane- le grité

-Me agrada tanto la idea como a ti querida, pero son órdenes de Aro, lo que significa que las debes acatar.

Mire a la híbrida, altiva y hermosa, no me costaba imaginar porqué Jacob la había elegido, lo que me costaba era pensar que ya no podría pedirle explicaciones, porque él estaba muerto.

-Ok, todos fuera- declaró ella, se puso en pie y comenzó a empujar a Dimitri y a Felix

-Libeth, por favor, basta de jueguitos- dijo el tío Emmett. Su tono de voz hacia ella fue tan dulce y familiar como jamás habría esperado.

-Llévatelos- le pidió ella a mi tío.

-Será mejor que hables con ella cariño- él me miró con dulzura a pesar del color escarlata que teñía sus ojos y les confería un aire temible- quizá no todo sea como piensas, y tal vez uniendo fuerza seamos invencibles- Emmett me dio un beso mariposa en la mejilla.

Mi tío hizo una seña y tanto Felix como Dimitri salieron tras él, cerrando la puerta. Libeth se encaminó al ventanal que estaba en el ala izquierda, los rayos del sol le iluminaban y débilmente le arrancaban destellos de la piel. Libeth era tan híbrida como yo.

-Supongo que ahora sé quién es la responsable del “control mental” de Emmett- le escupí.

Ella no dejaba de ver al horizonte, donde los límites de Volterra se mezclaban con el sol reinante.

-Supones bien- respondió. No había ni una pizca de orgullo en aquella respuesta.

Generalmente los vampiros dotados con “poderes” diferentes a los comunes se sentían sumamente orgullosos al poder exhibirlos. Aquellos vampiros reclutados por la guardia Vulturi debían sentir el doble de orgullo, significaba que eran los especímenes más selectos en nuestro mundo; sin embargo Libeth no parecía compartir esa opinión.

-Sé qué te estás preguntando cómo sucedió, y Renesmee- pronunció ella sin nota de titubeo, mi nombre bailo entre sus labios y se asentó como un invitado en nuestra conversación – te pido que me juzgues sólo hasta cuando haya terminado de contártelo todo.

Libeth me encaró y caminó hasta el centro de la sala, tomó asiento a la mesa del centro y con un cortés gesto me invitó a imitar sus movimientos. Habría querido estar en cualquier otro lugar, pretender que éramos de esa “nueva sociedad” en la que la “ex” y la “en turno” podían convivir sin miramientos no me iba.

No quería hablar con ella de Jacob, de hecho, no quería hablar con nadie de él. Si se había ido, si él la había elegido a ella, entonces ya no era tema que quisiera discutir, por mucho que él estuviera muerto. Sin embargo algo en la mirada suplicante de Libeth me impidió largarme de la habitación como quería, quizá escuchándola podría averiguar el porqué de que Jacob la hubiese preferido. Tal vez y sólo tal vez descubriría la razón de hacer patética mi existencia.

-Bien-respondí

-No te voy a negar que te quería ver muerta- fueron sus primeras palabras

-La forma más apropiada de empezar una conversación cordial- le dije sin ocultar mi molestia

-Soy un ser despreciable, pero no hipócrita, no puedes negarme que quieres una explicación, y en vista de que Jacob no estará para ofrecértela, supongo que debo ser yo quien aclare tus lagunas mentales

Libeth se enderezó en su asiento y se pasó una mano por el cuello, sus cabellos broncíneos se movieron en la misma dirección que su cabeza. Ella suspiró

-Me he quedado porque lo has pedido, basta ya de estar jugando con mi paciencia, te lo advierto: No me hagas enojar- la sentencié.

Mi cuerpo reaccionó en automático y se inclinó sobre la mesa, ella esbozó una línea de sonrisa, una sonrisa burlona. Me controlé

-No siempre te quise muerta Renesmee, hubo un tiempo en el que no me interesabas, ni siquiera sabía de tu existencia. Claro, ese tiempo fue mucho antes de descubrir lo que soy, no eres la única que puede quejarse porque le han arruinado su “vida perfecta”. Desde que me convertí en “esto”- ella bajó la vista sobre su cuerpo hasta que sus ojos volvieron a encontrar mi mirada.-No he vivido más que para ti.

-Yo no soy la que acepté la oferta para consumir una vida que no me preocupaba- mi turno para mover en el tablero.

-Es precisamente eso, no me preocupabas, jamás pensé que fueras a dar la lucha que has ofrecido, pero supongo que lo llevas en la sangre, después de todo no es normal que un vampiro se acueste con su comida

Estuve a punto de romperle el cuello, el odio hacia mi familia podía sentirlo yo, pero ella ¿por qué habría de odiarlos?

-No me malentiendas, creo que tus dotes de luchadora provienen precisamente de eso, tus padres te lo obsequiaron, es algo así como una herencia, la paciencia de tu padre y la fuerza de tu madre.

-¿A qué viene todo esto? ¿Piensas darme terapia acaso? Si mal no recuerdo, sólo eras una empleada en el hospital donde nos conocimos, donde por cierto siempre me tuviste a la orden, donde siempre vigilaste que no fuera un estorbo en tu camino.

-Aún no hemos llegado a la parte de estorbar el camino ajeno, así que escucha. El punto es que tú eres un híbrido porque tienes padres, ambos padres. Yo no los tuve.

Me sentía preparada para enfrentar casi cualquier cosa que Libeth pudiera decirme, que sabía sería hostil, pero no para aquello. Los mechones ondulados de su cabello cayeron en cascada cuando bajó la cabeza y apretó los ojos. Libeth estaba recordando, y por su postura no era nada que le gustara. La habitación se sumió en silencio durante un tiempo que me pareció inmenso. Cuando ella volvió a hablar, no había nada más que vació en su mirada.

-Perdí a mis padres en un accidente, ambos murieron cuando yo era muy niña, viví en tres orfanatos distintos por lo que recuerdo y cuando por fin una familia me adoptó, ella murió de cáncer; leucemia. El hombre era fuerte y trabajaba, me cuidó con su vida y me ofreció todo lo mejor que pudo hasta que él también se fue.

Me quedé quieta, esperando. No, no estaba preparada para una historia que me hiciera sentir devastada, ésa mujer me había arrebatado todo lo que yo quería. Se había llevado al amor de mi vida, no podía compadecerme de ella, no debía porque se suponía que no quería un corazón, no quería sentir. Y sin embargo lo hacía.

-Quedé al cuidado de su hermana, una solterona, viví con ella más tiempo del que puedo recordar. Y fue como si el infierno mismo me hubiera recibido en sus garras. Ella hizo mi existencia miserable.

>> Era la directora de una academia de baile en Port Angeles, y me odiaba, únicamente se había encargado de mí porque amaba a su hermano. Pero siempre estuvo dispuesta a reírse a mí costa.

>>Cada año ella organizaba una presentación, llamaba a las mejores escuelas de ballet de Washington y elegían a las artistas prodigio, quería ser la mejor; la mejor para poder irme y jamás volver a saber de ella.

>>Olvidaría sus insultos, sus golpes y sus burlas, pero sobre todo podría vivir en paz. Nunca sucedió, por más que me esforzaba en bailar perfecto, ella siempre encontraba un error, y la manera de hacerme quedar en ridículo frente a las demás alumnas. Un día tiró de mí frente a la clase y no lo soporté más. Me fui.

La voz de Libeth estaba cargada de odio puro, de dolor, de impotencia y sobre todo de soledad. Tuve miedo, quizá porque al elegir el camino de la inmortalidad, mi vida sólo encontraría sentido por el abandono y la rabia y por más que asegurara que aquello era lo que realmente quería, ya no estaba segura.

-Entonces me encontraron, si se le puede llamar así, llovía y estaba desconsolada vi una silueta junto a un contenedor de basura, parecía pequeña y delicada, me acerqué a ella. Lucía indefensa y yo con toda mi amplia gama de abandono, quise jugar a ser la Madre Teresa de Calcuta.

La risa de Libeth me tomó desprevenida.

-¿Estás sola? Vaya, creo que necesitas ayuda- le dije y me acuclillé despacio cerca de ella

La niña asintió, tendría catorce o quince años, apretó más su cuerpo contra el contenedor de basura, vestía una capa oscura, larga y raída que ocultaba su rostro en una capucha.

-Debes tener hambre, ven, te llevaré a un sitio dónde pasar la noche- le ofrecí la mano; aún no sabía si la niña podía verme pero la tomó y su tacto fue helado

En ese momento pensé que se debía al aguacero que azotaba la ciudad, pero cuando se levantó y retiró la capucha de su rostro, todo lo horrible que pude haber imaginado apareció frente a mí. Sus ojos rojo sangre fueron todo lo que vi y después pronunció dos únicas palabras –Felix, Dimitri

Me encontré rodeada por unos fuertes brazos pateando el aire, dos pares de ojos adicionales se sumaron a mi campo de vista, el más alto me tapó la boca con sus guantes de piel y el pequeño rubio me olisqueó antes de estirarme la yugular y clavarme los colmillos.

>> Eso fue todo lo que supe, desperté aquí en Volterra.

El silencio que se instaló a continuación era tal que se podía cortar con un cuchillo, no me imaginaba absolutamente nada de esa historia, Libeth no… vamos Libeth no debía haber sido buena nunca, no podía haber sufrido una vida horrible como la que acababa de describir, simplemente ella tenía que haber sido despiadada, ególatra y horrible. Únicamente de esa manera podía odiarla.

-¿Qué pasó después?-me encontré preguntándole

-Aro me dijo que él conocía a mis padres, no mis padres adoptivos, mis verdaderos padres, Liam y Beth. Mi padre era miembro de la guardia, un vampiro convertido por Marco en un arranque de emotividad, como lo califica Aro y mi madre… mi madre era humana

Tragué en seco. Aquello no podía estar sucediendo.

-¿Qué?-le pregunté y me levanté de la silla

-Lo que escuchas, mi madre era la encargada de traerles las presas a la guardia, su intención era ser un inmortal como todos ellos, lo que desconocía era que ninguno tenía la intención de transformarla. Pero mi padre se enamoró de ella y escaparon.

>> Pasaron cuatro años antes de que Aro decidiera por fin enviar por ellos, los Vulturi fueron los responsables de su muerte en aquel accidente, sólo que esta vez buscaban un tesoro más preciado; a mí. Parece que nadie sabe cómo se las apañaron para que yo naciera, pero lo hicieron sin aparente ayuda.

>>Aro siempre me recuerda que un vampiro que ha pertenecido a su guardia puede huir o creer que lo ha hecho, pero si por alguna extraña razón engendra con un humano, sus hijos aún le pertenecen a los Vulturis.

No sabía exactamente hasta qué nivel podían sorprenderme aún Aro y su guardia, aquello parecía no tener límites, la vida de una niña híbrida, retorcida de tal manera que todo aquel sufrimiento le hiciese… y lo comprendí

-Ellos lo permitieron ¿cierto?-le pregunté asqueada

Libeth asintió

-Alguien de la guardia me entregó cuando era un bebé a las autoridades de Port Angeles después del “accidente” de mis padres, alguien de la guardia envió “ayuda” a mis padres para que yo pudiera nacer, me dejaron vivir como huérfana, me permitieron ser acogida por una familia, sabían que ellos morirían, o quizá ellos mismos asesinaron a mi padre adoptivo, y por último me dejaron conocer el terror con la “tía Odet”, cuando escapé era inevitable.

-Ellos son los responsables y aún así tú… - no pude terminar la frase

-Sé qué piensas que no tiene sentido, pero lo tiene, los Vulturis dejaron que me pasaran todas estas cosas en mi juventud y cuando tuve veinte años ellos, vinieron por mí, sabían que en mi desesperación yo aceptaría ser cualquier cosa, menos alguien piadoso. Y claro, estaban al tanto de mí don.

-Sinceramente todo esto me da asco- le declaré

-Es de esperarse- Libeth se levantó de la silla y caminó hasta la chimenea que había en el centro de la sala-pero ellos son lo único que tengo, no puedes entender esta necesidad de pertenencia cuando has crecido entre algodones y flores Renesmee, me uní a la guardia porque después de todo, los Vulturis eran los únicos seres que pertenecían a mi mundo, en un principio no lo podía creer, pero cuando lo hice, cuando descubrí que era mitad vampiro, ellos me ofrecieron alivio.

>> Siempre pensé que era un bicho raro, que nada me salía bien, que probablemente Dios se había equivocado conmigo, pero después de conocerlos a ellos, me di cuenta que nada era como yo pensaba. Yo era única y tenía un poder especial. Aro me quería y entre los de nuestra especie, ellos representaban a la realeza, el poder que siempre había querido.

No puedo decir que procesé esa información tan rápido como hubiera querido, de lo que estaba consciente era de la influencia que ejercían los Vulturis, ellos dominaban más vidas de las que yo podía si quiera considerar, y si habían esperado tantos años por Libeth, ellos no se detendrían hasta que mi transformación estuviera completa.

-¿Nunca tuviste estos… sentimientos sobre… ya sabes, la sangre?-le pregunté y caminé hasta estar dos pasos tras de ella

Libeth negó con la cabeza, sus rizos se alborotaron en todas las direcciones, me encaró.

-Cuando no tienes conocimiento sobre la fantasía, cuando tienes un vacio en tu alma tan difícil de llenar, no puedes andar por la vida preguntándote ¿seré acaso un personaje de cuento de terror? ¿Me habrán abducido los alienígenas? , simplemente intentas sobrevivir, con una tía que te odia y con el mundo destruyéndose sobre tu cabeza.

-¿Por qué en México no supe que eras un híbrido?

-Sencillamente porque no tomaba sangre, tú lo debes saber mejor que yo, ¿no fue acaso eso lo que hiciste por Jacob? ¿No trataste de ser lo más humana posible por él?

Le estaba echando limón a la herida, eso era jugar sucio. Pero después de todo, que Libeth me hubiese contado su historia, no significaba que íbamos a jugar limpio.

-Supongo que lo que pasó después fue que tú comenzaste los ataques en Port Angeles- ahora estaba segura.

-No, después de ser alimentada como era debido, Aro comenzó a hablar sobre ti, sobre tu “exquisito poder” –esta es la parte en la que comenzaste a estorbar mi camino-junto con el don de tus padres y una tal Alice.

-Mi tía-susurré

-Aro sabe que la única manera de llegar hasta ellos…

-Soy yo-completé

-El realmente te quería en sus garras, comencé a desaparecer a las chicas, Aro sabía que tu familia comenzaría a pensar en una creación de neófitos…

Las letras asaltaron mi memoria, flashes y memorias, una cafetería, Jacob leyendo el periodico

La víctima más reciente responde al nombre de Caroline Fell aproximadamente 3 semanas de su desaparición y la más antigua con casi un año a Libeth Antillán, de aproximadamente 1.70 de estatura, ojos color miel, tez blanca y cabello broncíneo, ambas iba a su escuela en la facultad de medicina cuando se les vio por última vez.

-¿Ibas a la escuela de medicina?-le pregunté cuando recordé el anuncio del periódico que había leído esa tarde hacía casi cuatro años

-¿Pensaste que todo era bailar?- Libeth puso los ojos en blanco y meneo la cabeza en una negativa-no pude graduarme, pero claro está no fue la última vez que me vieron, seguramente “tía Odet” quería una coartada para poder cobrar mi seguro en la facultad, así que sencillamente omitió decirle al periodista que ella me había echado el día de la tormenta y desde entonces no me había vuelto a ver.

-Regresaste por ella- confirmé

Libeth no se molestó en negarlo.

Sabía que después de toda esa historia seguiría la parte dolorosa, así que me preparé mentalmente “No saltes sobre ella Renesmee, no saltes sobre ella” Entendía que la elección había sido de Jacob, pero por más que quisiera no podía evitarlo, él la había amado también.

>>Si, después de esto es cuando Jake descubre mi plan para asesinarte ¿quieres que lo cuente?

Negué y agradecí su “comprensión” al tomarme en cuenta para hablar sobre él.

-Mira Renesmee, no soy quien debería decírtelo, pero quizá era lo mejor, ¿realmente crees que tu historia debía ser de esa manera? Me refiero a tenerlo todo dicho, todo controlado, sin poder salirte del guión. La imprimación es una elección si no mal recuerdo.

-Claro que es una elección, pero mía, del producto de la impronta no de la persona que se imprima-no me pude contener y le escupí las palabras en la cara.

-Dime ¿no te ha pasado ningún sentimiento por nadie más en todo este tiempo?

De pronto Akun apareció en mis recuerdos, su risa, sus palabras, incluso su altanería y su despectivo princesa, todos los momentos vividos con él, sus brazos y el calor de su cuerpo. La protección que me brindaba también rayaba en la locura. Sí, claro que había tenido sentimientos por alguien más que no era Jacob, incluso ahora los tenía. Jacob se había ido y ahora sabía que por su voluntad, Akun era mi refugio y mi seguridad, si, también me había enamorado del ave.

-No me he equivocado- declaró ella triunfante

>> A mí también me duele la perdida de Jacob-me dijo y los ojos le brillaron cristalinos- viví con él Renesmee, no puedes culparme por haberme enamorado de tu ex prometido.

Y no lo hacía, ¿cómo no enamorarte de Jacob Black? En medio de tantas desilusiones, y mentiras de mi familia y amigos, yo me había enamorado de mi mejor amigo, recordaba cada momento a su lado. Jake lo había sido todo para mí, como también podía haberlo sido para cualquiera, incluso cuando “cualquiera” fuera Libeth.

-¿Ustedes, ustedes… estuvieron…?-no me atreví a terminar de formular la pregunta

Unas pesadas lágrimas resbalaron por las mejillas de ella, las cuales se limpió rápidamente para no dejar rastro de la herida que le había causado su muerte. Si, ella se había enamorado de Jacob y el lo había hecho de ella.

-Sí, Jacob me pertenecía de esa forma- fue lo único que atinó a decir. Me sentí devastada. Yo también le había pertenecido a Jacob en aquella manera. Y había sido al único hombre al que le seguía perteneciendo.

No, no podía culparla, ella me quería muerta a mí sin conocerme, se enamoró y después me odió por ser “el felices para siempre” del hombre que amaba. No, Libeth no tenía la culpa de que se hubieran construido toda clase de reglas alrededor de Jacob, alrededor mío. No, ella no era responsable de que nosotros hubiésemos elegido la magia y las leyendas. No, porque ciertamente ninguno conocía más amor que “el que se suponía debía ser para siempre”. No, ninguno de los tres teníamos la culpa de no ser lo que se esperaba de nosotros.

-No puedes pedirme que seamos amigas- le dije después de mucho tiempo

-No lo haré-respondió y se dejó caer en el sillón rojo-lo único que quiero es que llevemos la fiesta en paz

-Quiero algo a cambio-le exigí

Su mirada se posó en la mía y sonrió con malicia

-Me temo que dejar de controlar a tu tío no depende de mí- me dijo

-No era eso lo que tenía en mente

-¿?

-Quiero que me ayudes a mí-tragué con dificultad

Libeth frunció el ceño, y cuando poco a poco comenzó a comprenderlo una perfecta O se dibujó en su boca

-Estás loca Renesmee, no puedo

-Sí puedes- me puse frente a ella colocando ambas manos en los posa brazos del sillón-Ayúdame a olvidar

-Hagamos esto, terminemos con lo que Aro ha demandado, y si aún quieres hacerlo te ayudaré

-Hecho- respondí ofreciéndole la mano

Libeth la tomó, pestañeó, sonrió y se deshizo de ella, todo en ese orden.

Justo en ese momento la puerta del salón se abrió y el tío Emmett apareció en el umbral.

-Tenemos que irnos- explicó- el clan de Denali se moverá por la mañana, sólo podremos atacar en unas horas

-¿Tan deprisa?-pregunté

-Todo está listo cielo, es hora- me respondió-Libeth, ve al frente con Dimitri

La híbrida obedeció sin chistar y yo corrí hasta ponerme al pasó del vampiro del corpachón que era mi tío. Nos enfundamos en cuatro capas negras.

.

.

..

Corría un viento helado, pero nos movimos en sintonía, comenzamos a correr por las calles de Volterra, poco a poco fuimos dejando los paisajes de campos verdes y el bosque se abrió paso. Las ramas eran difíciles de sortear pero Dimitri dispuso el terreno. Aro confiaba en que debíamos acabar esa noche el trabajo sucio, yo empezaba a matar aliados en aquella hora. Era el momento. Si quería transformarme para siempre, debía hacerlo.

El vampiro rubio sondeó los límites, Libeth corría tras de él, Emmett al lado mío. En un pestañeo nos encontramos en la roca que señalaba hacía unos momentos en el mapa. Dos vampiros corrían cerca y se aproximaban a nosotros.

-Kate y Garret-susurró el tío Emmett

Dimitri me miró esperando la señal de aprobación, cuando se la di sucedieron dos cosas:

La primera fue que Dimitri y yo saltamos, La segunda, que tan pronto como lo hicimos el peso de cuatro cuerpos cayó sobre nosotros.

Libeth me sostenía junto con Kate

Garret y el tío Emmett le rompían la cabeza al mejor rastreador de la guardia Vulturi.

Ahora estábamos perdidos.

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Esta es la sorpresa, cuenta la historia de Libeth desde que vivía con tía Odet, su transformación y vida con Jacob y los flashes que tenía él. Espero lo disfruten. ^^

4 comentarios:

naho dijo...

O.o O.o O.o O.o......... OMG..!!! ya m dio infarto jaja no puedo creerlo y ya creo saber q es lo q va a pasar...aunq aun estoy en shock POR DIOS espero y reneesme no decida olvidar nada y q sepa lo q realment paso x q yo se q Jake no esta muerto y q posiblement aparesk en el sig cap ;)...AAAAAAAAAAAAAAhhhhhh ya quiero saber q pasaa...x favor publik pronto o aunq sea danos un pequeño adelanto d lo q va a pasar pliiiiiiissss pero sacanos un pok de la intriga tk y me fascino el capitulo espero y nos leamos pronto antes d q m de la locura =)

Gaby dijo...

excelente cap!!!
el final esta muy AAAAAAH?? WTF??? o sea que todo fue una "trampa" para recuperar a renesmee??? myyy gosh!!
Libeth sea o no sea una aliada igual la odio, no la soporto, es una mentirosaaaa!!!
ok ya quiero leer el siguiente cap y saber que paso?? como planearon todo esto!!! waaaaaa *o*

May_Black dijo...

No te la puedo creer!!!! x Dios Vii que super capitulo!! y aunque me quiso dar un poquito de lástima la zorra de Libeth, se me pasó enseguida, no me importa q haya sufrido le sigue mintiendo a Renesmee, y el final??? me quede asi :O jaja, lo volví a leer y me di cuenta, Emmet y Libeth se aliaron con los de Denali?? pero no me cierra,que es lo que pretenden??? ahhhhhh quiero masssss!!! porfaaaaaaaa no tardes!! Besotes nena SOS GENIAL!! ;)

melissa dijo...

WTF? pero que capitulo Vii, me quede en shock con el final, no puedo creerlo...
Vii me facina tu historia, es genial, todo asolutamente todo me gusta, me encanta como escribes, esta historia me va hacer loca de tantas cosas que pasan,me facina en verdad, yo tambien casi sentia lastima por la zorra, pero jamas, la odio,muchas felicidades por la historia.
Saludos y besos.